Tras un recorrido largo y tortuoso, el título español RiME de Tequila Works llega por fin a consolas y PC
Que un videojuego creado en España genere tanto ruido como ha hecho RiME es un caso rarísimo, aunque por desgracia para Tequila Works no todo lo que se escuchaba era positivo. Por fin el título se encuentra entre nosotros, y afortunadamente ha conseguido acallar toda la negatividad que lo ha rodeado durante el último año. Porque el maldito juego es bueno. Muy bueno.
Después de ser anunciado por Sony a bombo y platillo en 2013 durante una de sus conferencias como la gran apuesta por los videojuegos independientes, RiME fue dejandose ver en muchos de sus eventos. Aquello parecía un juego diseñado por el mismísimo Fumito Ueda, padre de Ico o The Last Guardian, que no es decir poco. Fue tal el hype que generó la propuesta que RiME incluso llegó a ser portada de la prestigiosísima revista Edge, convirtiéndose en el primer desarrollo español (y si no me equivoco único hasta hoy) en conseguir tal honor. Ahí es nada.

Sin embargo, después de aquello hubo un largo periodo en el que tanto Sony como Tequila Works permanecieron silentes con respecto a RiME. El juego dejó de aparecer en ferias, eventos y conferencias, y los años iban pasando sin novedades. No fue hasta 2016 cuando saltó el rumor de que Sony había abandonado el proyecto, a lo que Tequila Works pronto se apresuró a aclarar que en realidad lo que habían hecho era readquirir los derechos de su propio juego. Fue en ese momento cuando comenzaron las peores especulaciones: muchos decían que el juego era un desastre, otros que no cumplían los plazos prometidos a Sony, y otros que el coste se había disparado. A día de hoy desconocemos el motivo que llevó a Sony a deshacerse del proyecto, y por desgracia puede que nunca lo sepamos, pero vista la reacción de crítica y público es posible que más de un directivo se esté tirando de los pelos en este momento.
Y ahora, vamos a dejarnos llevar por la marea para naufragar en la maravillosa isla de RiME y comprobar qué nos ofrece su propuesta.
Nota: Este análisis está libre de spoilers y ha sido realizado en PC gracias a un código del juego suministrado por Greybox
¡LEVAD EL ANCLA!
La trama de Rime es simple y algo manida, y sigue un tono que tira sobre todo hacia lo artístico, por lo que vamos a evitar destriparla en este análisis. Basta con decir que somos un niño que despierta solo en la orilla de una paradisíaca isla, sin recuerdo de cómo ha llegado allí y con el único propósito de alcanzar la enorme torre que se vislumbra en el horizonte. Tenemos por delante cinco niveles que recorrer, cada uno con una ambientación clara y diferente, a pesar de integrarse todos en la misma isla. En su primer nivel se nos ofrece una libertad de exploración bastante grande, pero conforme avanzamos el pasillo que recorremos se va estrechando, lo que me hace sospechar que, tal y como le sucedió a Alan Wake en su día, se pretendió hacer un juego de mundo abierto pero el proyecto les quedó un poco grande. La sensación de que el juego está un poco incompleto te persigue constantemente.

En términos de jugabilidad, el personaje que controlamos tiene un abanico de habilidades bastante limitado, pero suficiente. Podemos saltar, escalar agarrándonos a los salientes, interactuar con algunos objetos del entorno, bucear, rodar (algo que no he necesitado usar en todo el juego) y finalmente, disponemos de un botón para usar la voz del protagonista, que en función de su estado de ánimo proferirá diferentes sonidos. A pesar de lo banal que puede sonar esto último, la verdad es que resulta un detalle de lo más inmersivo, y ayuda a crear la atmósfera y nuestro vínculo con el personaje. Además, podremos usar nuestra voz en ciertos momentos para iluminar antorchas o totems, cual Dovahkin. El movimiento resulta de lo más natural, y a pesar de que Zelda Breath of the Wild ha arruinado para siempre este factor en cualquier otro juego, lo cierto es que la escalada está muy bien resuelta.
Es algo que voy a mencionar muchas veces durante el análisis, pero es imposible no hacerlo: RiME es un clarísimo tributo a la obra del Team Ico. A todos los niveles, parece un juego firmado por Fumito Ueda. Sin embargo y curiosamente, creo que en más de una ocasión el alumno supera al maestro. Me resulta sorprendente comprobar que Ueda, después de un desarrollo de 10 años, lanzara The Last Guardian y no me hiciera empatizar con el puñetero Trico ni un poquito, pero que a su vez Tequila Works me plante en RiME unas simples criaturas mecánicas con dos patas y sin rostro con las que siento un vínculo especial, y que son capaces de transmitir emociones mucho más fuertes que aquel miserable y desobediente perro con alas.

Aunque narrativamente RiME bebe mucho del Team Ico, también tiene características adquiridas de otros como Journey. Igual que en aquel título, nos vemos guiados en todo momento por el propio juego, sin un ‘hud’ que nos persiga y sin instrucciones por texto o voz que nos indiquen qué sucede y cómo debemos actuar. Todo sucede de forma orgánica e intuitiva, sin tratar a los jugadores como ineptos que necesitan que alguien les marque el camino a cada paso que dan. Este es uno de los apartados fuertes del juego, y es que a pesar de que algunos de los escenarios no son lineales, en ningún momento he perdido el norte y siempre he tenido bastante claro en qué dirección ir gracias a cómo el juego conecta con el jugador.
Esto tiene su parte negativa, claro: RiME es un juego bastante breve. En mi primera partida, he podido completarlo en casi cinco horas, sin quedarme atascado en ningún momento. Por otra parte, los puzles que nos encontramos son fáciles a niveles casi preescolares, pero ojo, que esto no es necesariamente algo malo. RiME es puro arte, una experiencia preciosa, y Tequila Works intenta no empañarla con puzles frustrantes o con la repetición de tramos (por ello, al morir nos ‘respawneamos’ automaticamente en el mismo sitio). Lo único que importa es seguir avanzando para comprender por qué estamos allí. Para solventar el problema de la duración, el juego incluye un buen número de coleccionables a encontrar, de los cuales algunos detallan aspectos importantes para la trama.

Aunque a nivel tanto narrativo como jugable cumple perfectamente, el plato fuerte del menú llega con su apartado artístico. RiME es PRECIOSO. Si bien gráficamente sigue un estilo 3D algo simplón, lo sabe disimular muy bien gracias a que artísticamente es una de las cosas más bonitas que he visto en mucho tiempo. El trabajo de los dibujantes también es maravilloso, y solo por eso merece la pena adquirir la edición especial que incluye el libro de arte.
En cuanto al apartado sonoro, no tengo más que buenas palabras para RiME. La banda sonora es sublime. Es decir, no buena, SUBLIME, en mayúsculas y negrita. El estilo que se ha seguido es muy en la línea ‘Ghibli’ de Miyazaki, y no pocas veces me han venido a la cabeza las melodías que acompañaban a grandes obras como La Princesa Mononoke o El Castillo Ambulante. Las diferentes composiciones musicales, el momento elegido para cada una de ellas, las variaciones según las acciones que realizamos… una delicia, y el principal motivo por el cual he pasado gran parte del juego con la piel de gallina. Sí, RiME ha logrado emocionarme, y si mientras jugaba ha caído más de una lagrimita ha sido sin lugar a dudas gracias al excelente acompañamiento de su música. Al compositor David García Díaz hay que ponerle una estatua y elevarlo desde ya al olimpo de los grandes compositores del videojuego como Akira Yamaoka, Nobuo Uematsu o Gustavo Santaolalla. Mención especial también para el único y notable tema vocal, en español e interpretado por Mirella Díez Morán.
Eso sí, desconozco cómo rinde la versión de consolas, pero el juego está terriblemente optimizado en Steam. Con un equipo que supera los requisitos recomendados y siendo un título con pocas florituras gráficas, he tenido que reducir al máximo los detalles de texturas, antialliasing y demás para poder alcanzar un framerate estable (y aun así, en algunos momentos me pegaba algún que otro tirón). Esperemos que se solucione este problema en posteriores actualizaciones.
CONCLUSION
Que una obra de tamaña calidad y magnitud artística se haya hecho en España me hace sentir tremendamente orgulloso del talento del desarrollo nacional. Si en situaciones tan adversas como las que se intuyen se ha alcanzado semejante nivel, es una locura pensar en lo que habría podido llegar a hacer Tequila Works si Sony hubiera mantenido su apoyo hasta el final. RiME es una experiencia que todo jugador que se emocionase con títulos como Journey o Ico debería vivir por lo menos una vez en la vida.
Puedes adquirir RiME en PC Steam, Xbox One, Playstation 4 y próximamente en Nintendo Switch, tanto en versión física como digital.