No Man's Sky

«No Man’s Sky» (2016): crítica

No Man’s Sky es uno de los títulos más esperados del año. Desde el primer tráiler que mostró su jugabilidad, la expectación generada por el juego ha ido en aumento. Los días anteriores a su lanzamiento se asemejaban a los de una nueva entrega de Grand Theft Auto Metal Gear Solid.

¿Qué había creado un pequeño estudio de menos de 20 trabajadores, que tenía a todo el mundo tan fascinado? Tras un retraso por el que el creador del juego llegó a recibir amenazas de muerte, pudimos descubrirlo el 10 de agosto en Playstation 4 y dos días después en PC (versión que analizamos).

Se trata de un simulador espacial desarrollado por el estudio británico Hello Games. Destaca por proponer al jugador explorar un universo verdaderamente inabarcable, con exactamente 18.446.744.073.709.551.616 gigantescos planetas por explorar.

El «truco», por llamarlo de alguna forma, es que la totalidad de esos planetas han sido generados siguiendo una serie de reglas, en lugar de ser moldeados uno a uno. Se ha buscado conseguir que cada planeta sea diferente: Temperatura, accidentes geográficos, flora, fauna… Todo es combinado para que el jugador encuentre algo nuevo cada vez que aterriza en un planeta desconocido.

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No te parecerá tan mono cuando intente sacarte las tripas.

El nivel de variación conseguido es, en mi opinión, más que suficiente: puedes aterrizar en un vergel y cinco minutos después estar en un inhóspito gigante rojo con temperaturas comparables al agosto sevillano. Sobrevivir en un planeta especialmente duro puede llegar a ser un desafío inmersivo y, sobretodo, agobiante.

Diferentes animales habitan a su vez los planetas con condiciones menos extremas. El juego parece contar con varias formas básicas de vida animal sobre las que aplica locas variaciones, pudiendo encontrar desde preciosos seres similares a un perro hasta horribles engendros a los que te costará poner nombre.

El aspecto visual de estos mundos, así como de la tecnología y los seres que encontraremos en nuestra partida, es verdaderamente llamativo. Los creadores afirman haberse inspirado principalmente en películas como DuneSilent Running 2001: Una Odisea en el Espacio así como en los diseños de Ralph McQuarrie para la saga Star Wars.

Sin embargo, declaran que la fuente que más impacto ha tenido en los vivos colores y locas formas de No Man’s Sky son las creaciones de Chris Foss. Este artista británico ha creado ilustraciones para grandes clásicos literarios de ciencia ficción (la saga Fundación de Isaac Asimov, por ejemplo).

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Colores llamativos, formas imposibles, atmósferas nocivas…

El aspecto sonoro es también destacable, con una banda sonora compuesta por el grupo de post-rock 65daysofstatic. Además, el entorno del planeta y su fauna están representados con gran cantidad de efectos más que convincentes, incluyendo diferentes gemidos y gruñidos para cada bizarro animal que encontremos.

Llegados a este punto, podríamos decir que en el aspecto visual y sonoro, el juego es un triunfo absoluto. Es inmersivo, entra por los ojos y además tiene un carisma indudable. Pero desgraciadamente no es oro todo lo que reluce.

¿Qué se hace en No Man’s Sky?

En estos últimos dos años, la expectación generada por No Man’s Sky ha ido subiendo sin descanso. Paralelamente, en foros especializados de videojuegos aparecían día sí y otro también hilos de usuarios que se preguntaban qué se hacía en el juego.

Hello Games siempre ha sido claro en este punto: el objetivo es que el jugador llegue al centro del universo. El jugador tendrá un grado de libertad de movimientos total, pero para cumplir su objetivo tendrá que reparar su nave, mejorarla y suministrarla con materiales para poder volar.

Durante las tres primeras horas, es una experiencia fascinante. Después, sin embargo, tomas consciencia de que para llegar al ansiado centro de la galaxia harás siempre lo mismo: aterrizas en un planeta, recoges recursos, los metes en el motor de tu nave y avanzas hasta que tengas que aterrizar en otro planeta para repetir el proceso.

No ayuda a combatir esta sensación los edificios y asentamientos que encontrarás en los planetas: tras visitar unos cuantos sistemas, descubrirás que todos cuentan con edificios casi idénticos en los que harás siempre las mismas cosas:

  1. Puedes encontrarte con alienígenas inteligentes y mantener conversaciones con ellos. Hay tres civilizaciones en el juego, y dependiendo de lo que les respondas en cada encuentro conseguirás diferentes premios.
  2. Puedes aprender la lengua de cada una de las tres civilizaciones que te encontrarás en tu viaje. Haces esto interactuando con monolitos (muy a lo 2001: Una Odisea en el Espacio), principalmente. Poco a poco (muy, muy, muy poco a poco) irás entendiendo lo que las formas de vida inteligentes que te encuentres te dicen. Esto te permitirá razonar las respuestas que tienes que darles.
  3. Puedes mejorar tu nave, ya sea encontrando una mejor estrellada o comprándola por cantidades absurdas de dinero en puertos o estaciones espaciales. Las naves caras tienen más espacios, que te permitirán llevar más cosas o instalar más tecnologías.
  4. Puedes mejorar tu traje en ciertos edificios o estaciones, para así poder llevar más objetos o instalar más tecnologías. De la misma manera, puedes mejorar tu láser de minería con diferentes tecnologías, o cambiarlo por uno con más espacios que te permitirán instalar aun más tecnologías.
  5. Puedes atacar naves que vuelan a tu alrededor o en órbita y quedarte con sus recursos. También puedes meterte en líos con animales agresivos o centinelas, pequeños robots que dependiendo del planeta te ignorarán o serán un auténtico incordio.

Realmente, todo se reduce a conseguir planos para nuevas tecnologías que te permitirán avanzar más cómodamente, y recogiendo los elementos precisos para poder instalarlas. Cuando tu nave o arma se quede pequeña para tanta tecnología, tocará buscar una nueva.

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De camino a otro «mandao».

A esta sensación de monotonía se añade la banda sonora. El trabajo de 65daysofstatic es brillante… si lo escuchas fuera del juego. No Man’s Sky apuesta por modificar la música según las acciones del jugador, y puesto que los combates a pie o en órbita son relativamente escasos, pasarás gran parte del tiempo escuchando la misma parte de la canción que toca cuando andas recolectando minerales.

Todo esto contribuye a que avanzar por No Man’s Sky se sienta como una visita al supermercado con una lista de la compra incómodamente larga y una lista de reproducción de música de ascensor en bucle. No hay sitio para las recompensas palpables a corto o medio plazo, y ha sido habitual cumplir cada meta que me he puesto como jugador con la sensación de que no va a servir absolutamente para nada.

Y aún con todo… se disfruta

Aun con errores tan garrafales, el juego es entretenido y por momentos brillante. Hay una narrativa continua, contenida en la única quest o misión clara del juego (llamada «el camino del Atlas») y en cada encuentro con monolitos u alienígenas inteligentes que encuentras. Recuerda, en ese sentido, al sensacional juego Out There.

Si prestas atención y estás dispuesto a poner de tu parte, hay un mundo bastante interesante que descubrir «entre líneas», con razas y conflictos milenarios y unos aspectos muy místicos que giran alrededor de la identidad del misterioso Atlas o de tu propia condición.

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El camino de «Atlas» es una de las pocas experiencias guiadas del juego

Sigue destacando con fuerza después de muchas horas de juego la sensación de inmersión que consigue. Esta se ve mitigada cuando tomas consciencia de que no vas a ver cosas nuevas, sino variaciones de cosas que llevas viendo las 10 horas de juego anteriores.

Sin embargo, no he jugado nunca a un juego que ofrezca algo como la entrada en la atmósfera y posterior aterrizaje en un planeta completamente nuevo. Son esos momentos en los que te preguntas si el planeta tendrá vida, si tendrá recursos valiosos, si será muy costoso aguantar su clima…

Acaba siendo un juego espléndido para desconectar y, simplemente, «echar un rato». Carece de la complejidad y desafío de otros juegos (por carecer, carece hasta de dificultad), pero es un juego casual que puedes retomar en cualquier momento. Pensando fríamente, eres tan consciente del ciclo que es el juego que no resulta difícil recordar por dónde te quedaste: o estabas viajando o estabas con tu lista de la compra espacial para poder ponerte a viajar de nuevo.

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«Chicos… ¿Os he contado alguna vez cómo descubrí Murcia?»

¿Timo o marketing?

No Man’s Sky ha generado una gran polémica tras su lanzamiento por ser diferente a lo que su material promocional mostró. Las críticas se centran en la ausencia de un modo multijugador que el propio creador del juego confirmó en repetidas ocasiones, pero también en la densidad de vida animal o espectacularidad y escala de las batallas espaciales.

No es difícil encontrar precedentes de material promocional exageradamente superior al producto que llegó a las tiendas. El problema, en este caso, es que este juego además se vende a 60€ (incluso en PC, donde los juegos por norma son más baratos) y se publicita como un juego de gran presupuesto, cuando realmente no lo es.

No Man’s Sky podría tener decenas de miles de planetas, pero todos ellos cuentan con una cantidad y variedad de contenido que esperaríamos de un título indie por el que no pagarías más de 20€ en Steam. Por si fuera poco, la versión de PC es bastante mejorable y tiene un rendimiento irrisorio para lo que parece poner en pantalla.

La empresa desarrolladora no ha comentado aun ninguna noticia o vídeo que desgrana las falsedades de su material promocional, pero sí que saca actualizaciones con mucha frecuencia. La versión PC, sin ir más lejos, ha sufrido una mejora más que destacable desde que salió.

Adicionalmente, Hello Games ha afirmado que el juego contará con nuevos contenidos gratuitos en el futuro; aunque recientemente su creador afirmó que considerarían cobrar por los mismos. Esto ha enfurecido aún más a los jugadores que han pagado un precio desorbitado por jugar a una versión casi inacabada de un producto escaso el día de su lanzamiento.

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No Man’s Sky: dos kilómetros de longitud y pocos centímetros de profundidad.

Conclusión

No Man’s Sky es un juego aceptable. No merece los 60€ que cuesta porque, simplemente, no hay suficiente contenido. Y no hablo de cantidad (18.446.744.073.709.551.616 planetas no son pocos) sino de contenido genuino y único, no repetido hasta la saciedad.

Tiene grandes momentos, y su apuesta ha resultado en una victoria a medias (visualmente sí, jugablemente no). Se siente como un experimento que nunca debería de haber sido tildado de juego AAA o mainstream, ya que difícilmente podría hacerse pasar por uno.

Sus creadores están definitivamente comprometidos a mejorarlo, pero aun no sabemos hasta qué punto ampliarán su contenido sin pedir pasar de nuevo por caja. De esta forma, resulta muy difícil recomendar un juego con un precio tan injustificable.

EDITOR'S RATING

0

Un experimento correcto y divertido, con una campaña de marketing engañosa hasta lo criminal y un precio absurdo para lo que ofrece

User Rating: Be the first one !

Sobre Jaun Pérez-Urruti

Amante de los videojuegos, los coches, el cine y las tortillas de patatas (en ese estricto orden). Fan incondicional de Edgar Wright y el vídeo ese del príncipe gitano cantando "In the ghetto".

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