Un año más los zombies de The Walking Dead llegan a Carrefour, con motivo del estreno de una nueva temporada de la serie, el centro comercial se vestía para la ocasión, esta vez cambiando su ambientación de autocine por la de un poblado cargado de autobuses y coches abandonados, parques infantiles y caravanas de abastecimiento de víveres.
Todo comenzó entorno a las ocho y media de la tarde. Tras la entrega de los salvoconductos que les permitirían vivir la experiencia, los numerosos fans que ya resistían oleadas de spoilers, se preparaban para hacer frente a las hordas de caminantes que ocupaban un poblado fantasma muchísimo más grande que el de la edición anterior.
Los gritos, flashes y sustos amenizaron una espera que terminó en carreras por alcanzar las gradas, el único sitio aparentemente seguro y desde el que pudo verse en una pantalla de más de 85 metros cuadrados el primer capítulo de la séptima temporada de la serie de AMC. El cielo respetó y no obligó a los asistentes a usar los chubasqueros de emergencia que descansaban sobre los asientos, del frío otoñal se encargaron un capítulo de estreno que no daba tregua y los caminantes ocasionales que se colaban en las gradas.
Al finalizar el capítulo un superviviente motorista fue el encargado de atraer al resto de caminantes que aún quedaban con «vida» para que los asistentes pudiesen abandonar el poblado sin problemas. Con esta experiencia que poco a poco parece consolidarse por parte de It’s Friday Carrefour, arranca una séptima temporada de The Walking Dead que promete emociones fuertes.
