The Following no ha bajado el nivel. Su segundo episodio ha seguido manteniendo el mismo ritmo que su intenso piloto y todavía ha conseguido meter algún que otro susto (reconozco haber metido un grito, espero no haber despertado a mi madre).
El uso de los flashbacks esta vez no sólo nos está revelando cosas de los dos principales protagonistas, también nos está descubriendo cómo era la vida de algunos de sus cómplices. Parece que Joe tiene un don especial para captar a asesinos potenciales y con una sola mirada sembraba la semilla de la que surgiría un nuevo psicópata.
Es un gran acierto que estos personajes no vayan a ser simples intermediarios y que vayan a centrarse también en ellos. Surgen algunas intrigas sobre cómo evolucionará la relación entre los personajes y se intuye que estos amigos no se llevarán tan bien entre ellos. Será interesante descubrir los motivos de cada uno para ayudar a Joe y la razón de sus comportamientos.
Esta parte ha sido la más interesante del episodio, aunque la trama de Ryan y Claire ha sido muy correcta y entretenida, lo que verdaderamente engancha de esta serie es la mente criminal. Ya no sólo Joe, sino todos sus amigos porque pueden estar en todas partes. «No confíes en nadie» como diría Fox Mulder y es que hasta tu mejor amigo puede tener intención de matarte. Ellos están años estudiándote, se ganan tu confianza y te demuestran durante años que te quieren. Pero todo puede ser mentira.
Se dice que nuestro temor a lo desconocido, es nuestra respuesta irracional a los excesos de imaginación ; pero, nuestro temor a lo corriente; al extraño que nos sigue , al sonido de pisadas en la escalera, a nuestro temor a una muerte violenta y nuestro impulso por sobrevivir ,son tan aterradores cómo cualquier Expediente X y tan reales como el hecho de que podría ocurrirle a usted.
Fox Mulder
