Los que vieron en Netflix una clara competidora de HBO en su afán de englobar un gran numero de ficciones de calidad, fueron descubriendo que si el canal de cable busca ya desde su eslogan, separarse de la televisión generalista (no es tv, es HBO) el servicio de streaming intenta por el contrario ser la mayor cantidad posible de televisión que pueda. Así, es capaz de producir series de «calidad» ( House of Cards), y luego pasar a revivals de sitcoms rancias noventeras ( Fuller House ) sin ningún tipo de problemas. Santa Clarita Diet tiene condiciones para formar parte de la primer categoría, pero arrastra ciertos problemas que adolece la segunda.
Victor Fresno es un creador con una visión particular, que suele convertir situaciones cotidianas, dotándolas de absurdidad, en historias frescas y divertidas, como ya hizo en la incomprendida e inmerecidamente cancelada velozmente Better of Ted. También lo hace con Santa Clarita Diet donde las tribulaciones de un matrimonio de larga duración, con una vida acomodada en los suburbios, estancados en una comoda rutina tanto laboral como familiar, se ve sacudida por la muerte de Sheila (Drew Barrymore), una muerte que como veremos no termina de ser tal.
El personaje interpretado por Drew Barrymore, muere al vomitar un órgano interno de dudosa identificación, pero lo de muere es simplemente un decir, su corazón no late, sus constantes vitales son nulas, pero allí está, con más energía que nunca y un hambre voraz. Un hambre que al principio logra acallar comiendo carne cruda, pero que va avanzando hasta el punto de que necesita matar a seres humanos y comérselos para poder sobrevivir, un zombie de las de toda la vida.
Y así la historia va avanzando a lo largo de los diez episodios que componen su primer temporada, con su marido buscando una cura, y metiéndose en enredos cada vez mas absurdos para esconder a sus vecinos y a la policía que hay un zombie en la familia.
El mayor problema de Santa Clarita Diet, es su actriz protagonista, Drew Barrymore nunca fue demasiado creíble frente a las cámaras, y el período de inactividad que enfrento estos últimos años no la han ayudado, su interpretación se ve sobreactuada, siempre un pelín más histriónica de lo que el papel parece exigir, en contrapartida Timothy Oliphant esta muy correcto en su papel de Joel, marido de Sheila, y demuestra la paleta de habilidades del actor, que se desenvuelve tan bien en comedia como lo suele hacer en drama.
Decíamos que la actuación de Barrymore era el principal escollo a superar en Santa Clarita Diet, pero hay otra cosa que termina bajando el puntaje general de la temporada, y es su abrupto final, el mismo no puede ser catalogado ni como cliffhanger, y parece más un punto arbitrario donde Fresno decidio dejar de contar la historia, a la espera de que Netflix se pronuncie sobre su renovación.
Más allá de las cuestiones mencionadas, Santa Clarita Diet es una muy digna representante de las series de calidad de Netflix, y desde elrincontv esperamos que sea renovada por una segunda temporada, para seguir viendo más locuras de esta familia disfuncional, con una madre que come gente por si la rutina parecía agobiante.
Trailer de Santa Clarita Diet
