Red Oaks (Amazon): crítica

Red Oaks (Amazon): crítica

Amazon sigue poniéndose las pilas con sus series y ha apostado de manera clara por la comedia. Mientras hace poco nos ha traído una soberbia primera temporada de Transparent, ahora es el turno para una hermana menor fea y desagradecida llamada Red Oaks. Una comedia con aires ochenteros, mucho cardado, colores y desinhibición absoluta son los pilares de Red Oaks.

Red Oaks nos cuenta la historia de David (Craig Roberts), un chaval al que su padre presiona para dedicarse a la contabilidad, un negocio que dice le dará mucho dinero al servicio de los miembros del club de campo al que pertenecen. Cuando parece que empieza a convencerle, la cosa cambia al sufrir su padre un infarto, algo que le hará replantearse si decantarse por la opción más segura y hacerse contable, o buscar otro camino que realmente le interese.

Mientras  eso pasa trabajará como asistente del profesor de tenis del club de campo, un trabajo que tiene sus ventajas en forma de establecer contacto directo con los socios, conexiones que luego pueden ser útiles. El profesor de tenis será el que le muestre otro lado de la vida que nadie le había mencionado, el de aprovecharla al máximo.

Conoceremos también a su novia, Karen (Gage Goligthly), monitora de aerobic en el club de campo y que sueña con que David se convierta en un contable adinerado, y que ambos sean miembros del club de campo en el que ahora trabajan. Ella no cuenta con que David se va a cruzar con una misteriosa chica que le llamará mucho la atención y que puede que cambie su relación para siempre.

Así, mientras la premisa puede parecer atractiva, el resultado no lo es. Red Oaks no me ha parecido una comedia a seguir, a pesar de que tiene algunos elementos interesantes, pero dentro de la cosecha del año (con excelentes producciones como Welcome to Sweden, Transparent o You’re the Worst) queda muy lejos de un aprobado. De hecho, queda eclipsada totalmente junto con The Cosmopolitans, la otra comedia que Amazon rodó el piloto para saber si le daba temporada completa o no.

Pero el fallo claro de Red Oaks no viene de su reparto, que más o menos se salva, sino del guión, el cual no incluye personajes interesantes ni demasiadas escenas de humor, solamente hila algunas conversaciones con intención de ser irónicas y desternillantes, pero con un resultado final fallido. Sí, el espíritu joven y ochentero gusta, pero cuando eso es lo único que se salva de una comedia que no va de eso, mal vamos.

Siempre me quedará la duda de si alguna de las comedias que empiezan tan difusas llegarían a convertir un piloto malo como hizo Seinfeld en una seriaza. En este caso, solo el tiempo lo dirá. Yo, creo que no.