Recta final de Fargo de FX

Recta final de Fargo de FX

Hace unas semanas comentamos el capítulo piloto de la adaptación de la comedia negra Fargo, de la cadena norteamericana FX. Ahora os traemos un análisis sobre su desarrollo hasta el capítulo 1×06 Buridan’s Ass.

A pesar de que Fargo es una serie policíaca, podríamos afirmar que el punto más llamativo es la mala leche que tienen los guionistas al presentar las situaciones con un humor negro tan afilado. Sin duda, Lester es el personaje más meritorio a la hora de interpretar las situaciones más cotidianas con una exageración que no resultan para nada exageradas. Escenas como su escapada del hospital son buena prueba de ello. Lo mismo ocurre con Numbers y Wrench, contratados para averiguar quién ha sido el asesino de Hess. Las escenas en las que dialogan mediante lenguaje de signo son realmente desternillantes.

Quizá el personaje que pone el contrapunto más serio es Chaz, hermano de Lester, que funciona a la perfección como complemento del personaje interpretado por Martin Freeman. Lo mismo podría aplicarse a Molly y Gus. La policía tiene un carácter más tranquilo y divertido que el padre, más nervioso. La posible relación amorosa entre ambos se está efectuando lentamente pero de forma muy eficaz, mezclando su relación personal con la investigación.

Puede que el punto más débil hasta el momento haya sido conectar la película con la serie a través del personaje del ultrarreligioso Stavros. No creo que haya sido necesario ambientar ambas en el mismo mundo a través del maletín enterrado en la nieve. Eso sí, la lluvia de peces impacta al espectador por inesperada.

Y es que las reacciones y situaciones inesperadas es el mayor logro de Fargo, llegando a su máxima extensión con el personaje de Lorne Malvo. Actores de tanta categoría y nivel interpretativo se unen junto a una trama pausada que deja disfrutar de todos los detalles que nos van presentando capítulo tras capítulo. Y resulta que lo hacen con tanta genialidad que dejan al espectador prendado de todo ello.

Quizá su punto más débil es haber perdido frescura en los dos últimos capítulos. La serie funciona peor cuando se toma seria a sí misma. En contrapunto a las escenas del francotirador, desternillantes, podemos encontrar la huida de Malvo con una seriedad que muestra lo peor de la serie. Lo que la hace diferente es mostrarnos de forma irónica escenas cotidianas y una investigación policíaca. Por el contrario, la mencionada persecución la hace como cualquier otra serie del género.

En esta seriedad ayuda la trama de Gus con su hija, mostrada también de forma seria. No se puede decir que sea mala, sino que la forma de tratarla, seria, le resta originalidad y la deja al mismo nivel que cualquier otra serie policíaca.

En general puede decirse que, a pesar de haber perdido frescura, tenemos los cuatro primeros capítulos que fueron realmente de una calidad altísima, y desde aquí deseamos que la serie vuelva a tomarse a sí misma de forma más liviana para que los espectadores podamos disfrutar de una verdadera comedia negra en toda su extensión.