Si señores, hemos vuelto a tener ración de la buena de How I Met Your Mother. Como ya comenté hace dos semanas, esta vez ha vuelto a ocurrir. Ha sido salir otra vez del escenario principar de la temporada (The Farhampton Inn, el lugar de la boda de Barney y Robin) y conseguir un capítulo, que en mi opinión ha sido redondo.
Pero no solo por eso, es más, esta vez el escenario ha sido lo de menos. Lo de más, ha sido el guión. Me quito el sombrero (y me lo quito mil veces) por el guión rimado que ha conseguido esta semana. Si, si, en rima, en verso o como prefiráis llamarlo. Por eso os recomiendo que lo veáis en versión original, y a ser posible, subtitulado al inglés, para captar mejor las rimas, que son, como diría Barney, sublimes.
(En realidad esta entrada estaba programada para ser escrita en verso, pero ya veis, yo no tengo tanta inspiración, :D)
Las historias, aunque algo extravagantes (sobre todo la de la tarta) han estado en la línea de lo que nos han acostumbrado durante nueve años. Ágiles, divertidas y con finales inesperados (aún me parto cuando pienso en Derek Jeter, y con el resto de dobles de Barney, fuente inagotable de sorpresas). Y con la musicalidad de la rima, que le daba a todo un ritmillo muy entretenido.
Eso sí, el único punto negativo ha sido que seguimos estancados en la historia, pero nada de lo que nos podamos quejar, llevamos así tanto tiempo que nos da igual. Simplemente queremos pasar un buen rato con Ted, Barney, Marshall, Lily y Robin. Y una semana más, lo han conseguido.
Espero que esto se repita pronto, porque la semana pasada volvieron a bajar el listón. Pero esta ha merecido tanto la pena, que yo he visto un par de veces el capítulo. Y alguna más que caerá. ¿Por qué no vuelves a verlo otra vez y luego te pasas por aquí a dejar un comentario? O si lo tienes fresco, ¿qué te ha parecido?
