Marco Polo es una de esas serie que hay que ver aunque solo sea por su fotografía. Vanja Cernjul y Romain Lacourbas son los directores de fotografía de esta producción de Netflix, que es quién la emite. Pero es un trabajo de Electus y The Weinstein Company.
El vestuario, cuidado y elegido con mucho sentido e incluso me atrevería a decir con rigor, es otro de los puntos fuertes de esta producción americana.
Una vez comentada la fotografía y vestuario de esta serie, hemos terminado con los puntos positivos de la misma, al menos en esta segunda temporada. Es una serie que su primera entrega no fue espectacular pero apuntaba maneras, con una trama que se iba desgranando y metiendo al espectador en un universo y cultura poco trabajada por la industria de la series americanas para el público general. La historia contaba con su momento de violencia, intrigas palaciegas, luchas marciales, amores secretos, etcétera. Todo con un cierto tino y buen ritmo en la narración y en la construcción de una trama y personajes que asentaba la historia para crecer a partir de ahí.
Esta segunda ha sido un “tostonazo”, por dios, !qué guiones más insulsos¡, que poca trama, y la que había, sin sentido, ¿qué ha pasado? ¿Se les fue toda la fuerza en la primera temporada?
Debo decir, que ya desde la primera temporada pensé que era una serie llamada “Marco Polo” pero en la cual otros personajes ocupaban el mismo o más protagonismo que éste. Circunstancia que en esta segunda entrega se ha incrementado, llegando a dejar a Marco en un segundo o tercer lugar.
Es decir, que están desperdiciando o optando, a saber porqué, contarnos algo más leal la vida y obra de este aventurero histórico, por contarnos otras historias, que incluso si fueran reales, tendrían un sentido, pero la mayoría sale de la imaginación aburrida de los guionistas de esta serie.
La línea argumental de toda la serie se puede resumir en que todo el mundo quiere ser Khan, y cada cual con su guerra y sinsentido en traiciones que parecen de patio de colegio, fin de la trama, fin de la temporada.
Sin evolución de personajes. Eso si, sabems algo más de la historia de Cien Ojos, y poco más.
Lorenzo Richelmy (Marco Polo) no termina de encajar en el personaje que interpreta, no respira veracidad, ya lo consideré en la primera temporada, pero sigue sin aporta ese feeling, ese carisma, personalmente siempre me parece fuera de personaje y hace de menos su personaje, el cual da nombre a la producción. Por lo contrario Benedict Wong (Kublai Khan) me parece lo mejor que tiene esta ficción, su trabajo me parece digno de cualquier galardón, pero sobre todo de mi aplauso, ya que resuelve el personaje de forma magistral. Del resto de elenco solo destacaría a Tom Wu (Cien Ojos) es el único que da vida a un personaje con una cierta soltura, credibilidad y aplomo. el resto tiende a ser gris, sobreactuado, pero sobre todo aburrido.
Así que en resumen poca trama, poco pulso, guiones aburridos y sinsentido, y una temporada que ha costado ver cada uno de sus diez episodios. A ver que nos trae la nueva tercera temporada, la cual ya se está rodando, pero mucho me temo amig@s que no va a cambiar mucho, pero en otras ocasiones me he equivocado. Lo veremos, y lo comentaremos.
Tráiler de ‘Marco Polo’ – Temporada 2
Marco Polo - Temporada 2
Flojo - 4
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'Marco Polo' - Temporada 2 - crítica
Segunda temporada de Marco Polo con poco pulso y desarrollo de trama y personaje. Esta serie apuntaba maneras, pero se está desinflando. Vale la pena verla por su espectacular fotografía y vestuario.
Marco Polo es una obra maestra gracias a sus espectaculares paisajes, vestuarios y puestas en escenas, un lujo, una maravilla, lamentable que haya críticos profesionales tan ineptos que hablen mal de esta maravillosa serie. Esta claro que no se ha hecho la miel para la boca del asno y la media de inteligencia del público en general no llega al mínimo exigido para disfrutar de esta serie, por esto y por lo cara salió, nos hemos quedado sin ella. Una lástima
Hace un año se comentó aquí que la serie merece luna mejor crítica y una tercera temporada. Muy bien lograda.