
Manhattan Love Story (ABC): crítica de la serie
Seguimos con los estrenos de temporada y tras la crítica de Selfie, le toca el turno a la otra propuesta de comedia de ABC, Manhattan Love Story, protagonizada por Analeigh Tipton (Crazy, Stupid, Love) y Jake McDorman (Greek). La serie que al igual que la propuesta de NBC, A to Z, pertenece al género de comedia romántica, se estrenaba el pasado 30 de septiembre por debajo de los 5 millones de espectadores, una cifra poco satisfactoria.
La historia de Manhattan Love Story se nos ha contado tantas veces que puede que incluso nos planteemos si alguna vez compramos una casa en el Upper West Side o si nuestro vecino se llama Peter en vez de Pedro. Sin embargo, ABC continúa en su afán por aportar un poco de originalidad al género de comedia romántica como ya hizo en su momento con Pushing Daisies y esta vez recurre a la técnica de mostrar los pensamientos de los protagonistas como seña de identidad (¿y eso es algo original? pero si ya se hizo en ¿En qué piensan las mujeres? Vaya, parece que esto de que los pensamientos se filtren puede resultar contagioso).
Analeigh Tipton es Dana, una joven (un intento mojigato de Amélie) que llega a la Gran Manzana dispuesta a pegarle un bocado y hacer todos sus sueños realidad, pero que se encuentra en su empeño con numerosas dificultades (llegar sin empleo, sin conocer a nadie, tener que buscar casa… no, nada de problemas banales) que harán que se encuentre al límite en el momento en que conozca a Peter (el guaperas caradura entra en acción) el protagonista masculino.
Por presión de amigos comunes (sin más motivo que el de ejercer de celestinas) los protagonistas se verán arrastrados a una primera cita en la que no faltarán meteduras de pata y momentos embarazosos con las redes sociales que llegan a producir alguna sonrisa (un momento, ¿acabo de escribir eso? ¡pero si está llena de clichés!).
Nos encontramos a la mitad del capítulo cuando se produce por fin la esperada cita, que, haciendo justicia a eso de “que lo que mal empieza, mal acaba” se convierte en un auténtico desastre, (por eso, y porque si comen perdices en esa cena, ABC se queda sin temporada) mientras que Peter se dedica a mantener su pose, Dana alcanzará el límite de su serie de (catastróficas) desdichas cuando rompa a llorar por los comentarios irónicos de Peter sobre su lista de cosas por hacer en Nueva York (sí, Dana es todo originalidad. Sí, las chicas siempre lloramos en las comedias románticas).

Es durante esta escena cuando la supuesta originalidad con la que se presentaba la nueva comedia de ABC alcanza su máximo esplendor: los pensamientos de los protagonistas se mezclan con el diálogo que mantienen y lo hacen hasta el punto de que incluso llegamos a confundirlos. Los pensamientos sobre escotes que no hacían falta expresarse de forma literal debido a miradas delatoras, sirven como ejemplo de la continua redundancia que se produce durante toda la conversación. Sí en algún momento pensamos que era una pena que sólo escuchásemos pensar a los protagonistas porque se desaprovechaba al resto de personajes, ahora agradecemos que sea así, si no se va a profundizar en ellos, si no van a producir gags propios de una comedia, nos vale con escucharles una sola vez.
¿Puede que esté exigiendo mucho a una sitcom que pretende ser un entretenimiento para un público que disfruta las comedias románticas? ¿El hecho de pertenecer a un género determinado evita que podamos exigirle un mínimo de calidad? Ya que no puedo escuchar sus pensamientos, diganme si no les ha costado leer esta crítica… porque una servidora sí que se sintió saturada al visionar este episodio piloto, sobre todo durante la escena del restaurante. Puestos a hacer experimentos y a probar técnicas usadas otras veces, háganme un favor, saquen las molestas frases en cursiva y lean una crítica como otra cualquiera, saquen la supuesta originalidad de Manhattan Love Story y disfruten de la versión número 315 millones de cualquier comedia romántica norteamericana.
Review Overview
4
FLOJA
¿Puede que esté exigiendo mucho a una sitcom que pretende ser un entretenimiento para un público que disfruta las comedias románticas? Manhattan Love Story repite demasiados patrones.