Juego de Tronos 5×07 The Gift
Juego de Tronos avanza imparable hacia un nuevo final de temporada (y un nuevo capítulo 9, todo sea dicho) con este Juego de Tronos 5×07 The Gift, otro capítulo de esos en los que parece que no pasa nada pero en verdad hay mucho jugo que sacarle a todo lo que podemos ver. Para ir a contracorriente vamos a empezar por aquellas escenas que, aparentemente, no aportan gran cosa, para terminar con las que cambian la perspectiva de alguno (o varios) personajes.
En el norte, Jon Snow ha partido hacia la búsqueda del resto de los ‘salvajes’ que quedaron ‘detrás del muro’ refugiándose ves a saber dónde. Es evidente que gran parte de los guardianes de la noche no están con él, pero es el jefe y toca cumplir. Sam se queda sólo en Castleblack con Eli, su retoño y el gran maestre Aemon, aunque le toca presenciar la muerte del último, uno de los pocos amigos que le quedaban. Pronto empieza a tener problemas con dos compañeros que pretenden aprovecharse de Eli, aunque ‘Ghost’ (el perro de Jon, que aparece sólo cuando se le necesita) evita males mayores.
De Castleblack salió Stannis con su ejército hace algunos días, pero se ha encontrado con una complicada tormenta de nieve que está diezmando a su ejército, sus provisiones y sus posibilidades de victoria. Aun así, Stannis se niega a recular y sigue convencido de marchar hacia Winterfell y tomar la ciudad, liberarla de los Bolton y tomarla como seguro en su marcha más al sur. Melissandre, viendo que la cosa está difícil, incluso plantea utilizar a su propia hija, quien tiene sangre de rey, para crear otra de sus sombras y agilizar el proceso, pero Stannis no quiere ni oír hablar de usar a su hija con esos fines.
En Winterfell, Sansa recibe la visita de su marido Ramsay noche tras noche, y un poco harta del tema decide pedirle ayuda a Theon (digo Hediondo) para que coloque la vela en la torre y acudan en su ayuda («the north remembers»). Reek sigue bajo la influencia de Ramsay y se lo cuenta, por lo que el ya-no-tan-bastardo de Bolton le enseña a Sansa lo que hace con los que le traicionan: despellejarles vivos para sacarles la verdad. ¿Podrá Sansa hacerse valer? De momento Brienne sigue esperando a las afueras de Winterfell, suponemos que esperando alguna señal que la obligue a ir en busca de Sansa por fin, y ella ha cogido ‘algo’ mientras paseaba por el castillo que supongo acabará en el pecho de alguien. Ella, por si acaso, está empezando a mostrar todo lo que aprendió de Meñique, y parece que comenzará una comida de coco importante para hacer dudar a Ramsay de sus derechos reales de sucesión en caso de que su padre tenga otro niño y éste pueda suponer un obstáculo para él. ¿Matará Ramsay al bebé o a su madre y sufrirá la venganza de su padre? No estaría nada mal.
Yendo de un extremo al otro del continente nos encontraremos en Dorne, donde Jamie se reúne con su hija (perdón, sobrina) para explicarle qué hace allí. A pesar de estar en peligro, Myrcella no se quiere ir de Dorne, está comprometida con el príncipe Trystanne, le quiere y se casará con él. En las mazmorras, Bronn sorprende a una de las serpientes de arena cantando una canción sobre Dorne y sus mujeres, pero rápidamente las cosas se giran en su contra al darse cuenta de que una de ellas le envenenó cuando combatió con él, viéndose obligado a admitir su belleza para que ella le diera el antídoto. Poco relevante este tema.
Cruzando el Mar Angosto, Jorah y Tyrion han encontrado comprador y terminan entrando en Mereen como «hombres libres» para combatir en los Juegos de Daenerys. Ella no soporta tanta sangre y violencia, pero un Johan enmascarado la sorprende derribando a sus adversarios uno a uno y sin dejar caer una gota de sangre. Poco le dura la sonrisa a la Khaleesi, ya que rápidamente Jorah se quita el casco y ella le manda encerrar, viendo que él ha incumplido su parte y que ella prometió que si volvía a verle sufriría las consecuencias. Antes de que le encierren, por eso, aparece Tyrion, que se ofrece a sí mismo como regalo a Daenerys en ese esperadísimo encuentro de ambos, dos de los personajes más queridos de la serie y primera conexión real de las tramas de Daenerys con el resto de personajes de Poniente.
Lo mejor de todo ha vuelto a venir, como viene siendo bastante habitual, de King’s Landing. Margaery sigue encerrada, Tommen no es capaz de hacer nada para sacarla de prisión y Cersei campa a sus anchas por la ciudad con una enorme sonrisa en la cara al verse sin enemigos. Olenna sigue en la ciudad intentando comprar al Gorrión Supremo, pero ni siquiera ella es capaz de comprarle ni con oro ni con sus palabras. No está sola en su batalla, porque después del regicidio que orquestó con Meñique ambos se ven unidos por sus destinos: si uno de los dos cae, nada impedirá que el otro hable para salvar su cabeza. Baelish le confiesa algo a Olenna y le ofrece algo parecido a lo que le ofreció a Cersei días atrás. Si a ella le ofreció a Sansa, a Olenna le ofrece un muchacho joven, ¿pero quién?
El Gorrión Supremo se ha mostrado por ahora inalterable en sus planes, pero no todo se va a quedar en atacar el perjurio y la homosexualidad. Cersei ha visitado a Margaery en prisión, se ha reído de ella en su cara, le ha ofrecido sus sobras de la cena de anoche y después se ha ido al Gorrión para asegurarse de cual es el futuro que les espera tras el juicio. Mediante un discurso algo largo y lleno de religiosidad, humildad y de fe sin ornamentas, el Gorrión le pregunta a Cersei qué aparecerá bajo sus ropas y lujos cuando le despojen de ellos de la misma forma que han hecho con los Tyrell. La Reina Madre intenta marcharse de la capilla muy ofuscada, pero otros gorriones le impiden la salida y terminan encerrándola en otra celda. Está claro que Lancel no-Lannister ha hablado de los líos de familia que se traen entre manos los Lannister y ahora la Reina será juzgada por eso.
Cersei bebiendo de su propia medicina es una de las escenas más compensatorias que el espectador de Juego de Tronos ha podido disfrutar hasta la fecha, después de tanta muerte y destrucción de nuestros personajes favoritos. Estoy seguro que la alegría no durará mucho, pero de momento toca disfrutar de estos instantes de justicia poética cuando el karma aparece para devolver a Cersei parte de sus malas artes. King’s Landing está ahora sin Reina Consorte y sin Reina Madre, con un rey que apenas sabe lo que eso significa, con un consejo real que es de todo menos consejo y una secta religiosa que parece destinada a hacerse con el control total de la ciudad. ¿Se alzará Tommen con su ejército contra los gorriones? ¿Aprovecharán los enemigos de los Lannister para comerles terreno ahora que el único capaz de defender su familia es un crío hecho rey?
Nos acercamos al capítulo 9, en el que seguro nos tienen preparado algo épico, y al final de una temporada que está siendo algo más calmada que las anteriores pero que empieza a mover las piezas hacia direcciones conjuntas. Stannis está a punto de llegar a Winterfell y encontrarse con Sansa Stark, y Jon podría unirse a ellos cuando vuelva de detrás del muro (Sansa ni siquiera sabía que Jon era Lord Comander, y si nos han mostrado su reacción es porque tendrá importancia en el futuro). Tyrion ya está con Daenerys, King’s Landing está cayendo y sólo falta por terminar de unificar las tramas de Dorne, que por ahora están un poco apartadas de todo a la espera de esa venganza de las Serpientes de Arena.
Review Juego de Tronos 5x07 The Gift
8,5 - NOTABLE
NOTABLE
Juego de Tronos sigue moviendo piezas, especialmente en un Norte movidito con Jon Snow pasando el muro y Stannis marchando hacia el sur. Sansa, Margaery y Tyrion siguen siendo víctimas, aunque algunos de sus verdugos empiezan a sentir el mal karma a sus espaldas.