Juego de Tronos 4×07 Mockingbird

Juego de Tronos 4×07 Mockingbird

Juego de Tronos se acerca irremediablemente a su final de temporada (todavía nos quedan tres capítulos, tranquilos) y lo hace con este Juego de Tronos 4×07 Mockingbird, un capítulo que endereza los caminos de varios personajes que todavía andaban algo perdidos por Westeros y les conduce hacia sus destinos de final de temporada.

Esta vez comenzaremos por el norte, con la llegada de Jon Snow y su grupo de rastreadores al muro después de eliminar al grupo de rebeldes que se habían quedado en el Torreón de Craster. A su llegada, Jon sigue aconsejando prepararse para el asalto de los salvajes, que está mucho más cercano de lo que podían prever. Sin embargo, a pesar de que él aconseja sellar el túnel que conecta el Muro (y por lo tanto, el mundo «civilizado») con el norte para evitar que entren por ahí, nadie le apoya y vuelve a quedarse sólo. Nadie escucha al pobre Jon, y es una pena porque mucho me temo que más pronto que tarde todas esas malas decisiones les pasarán factura.

Melissandre, la sacerdotisa roja, sigue persuadiendo a todos aquellos que cree que van a necesitar, o según sus palabras, que el Dios de la Luz necesita para su cruzada particular. Para ello, convence a la esposa de Stannis y madre de su hija de que la niña debe ir con ellos en su próximo viaje. Teniendo en cuenta sus antecedentes uno nunca puede saber qué esperarse de Melissandre. Algo más al norte, Arya y el Perro siguen avanzando en su camino hacia The Eyrie en busca de la última familiar viva y con poder que les queda a las hermanas Stark. Sansa descubrirá pronto de qué pasta está hecha, pero Arya está empezando a descubrirse a sí misma al asesinar a un hombre que ataca al Perro para cobrar una recompensa.

Siguiendo en el continente, Brienne y Pod dan con una taberna en la que trabaja uno de los chicos que fue capturado junto a Arya en Harrenhal. Brienne se va un poco de la lengua ante la conversación del chico, y le cuenta que está buscando a Sansa Stark para llevarla a un sitio a salvo. El chico no conoce a la hermana mayor, pero reconoce haber conocido a Arya y que la última vez que la vio estaba con el Perro, por lo que Brienne y Pod ya tienen una nueva pista de dónde podrían estar ambas hermanas, ya que el mismo Pod ha demostrado ser muy útil al haberse aprendido todas las grandes familias del continente, sus alianzas y sus odios, razón por la que sabe que si alguien puede dar cobijo a Sansa y odiar a los Lannisters esa es su tía.

Al otro lado del Mar Angosto, Daenerys sigue empeñada en reconquistar la Bahía de los Esclavos a base de fuerza y crueldad, y una noche loca con Daario Naharis es lo que necesitaba para mandarle a luchar sus batallas. Por suerte o por desgracia, Jorah consigue hacerla cambiar de opinión y Daenerys decide dar dos opciones a los amos que todavía se aferran a su modo de vida: pueden vivir en su nuevo mundo o morir en el antiguo. Vamos, toda una declaración de intenciones de nuestra Khaleesi. Volviendo de nuevo a los Siete Reinos, nos encontramos con probablemente los dos momentos más significativos del episodio, uno por lo que supone para próximos capítulos y el otro porque hará cambiar la vida de los personajes.

En King’s Landing nos encontramos con que Cersei ha encontrado en La Montaña en el verdugo perfecto para no darle ninguna oportunidad a su hermano de vencer y librarse de la muerte una vez más. No lo va a tener fácil. Tyrion ha visto como ni su hermano Jamie ni su más cercano amigo Bronn han dado un paso adelante para protegerlo: el primero porque todavía no se ve capaz de ganar a nadie con su mano izquierda, y el segundo porque siempre ha sido amante del dinero y las comodidades y no cambiará eso, su nueva boda y futura posición como Señor del Castillo de Stockwell por salvar la vida de alguien que tiene poco que ofrecerle. Por suerte para Tyrion contará con un nuevo y poderoso aliado, Oberyn Martell, que utilizará el juicio para vengarse de La Montaña, el asesino de su hermana y sus sobrinos durante la batalla que terminó con Robert Baratheon como rey de Westeros. Algo me dice que no terminará ahí la cosa, ya que Oberyn ha prometido vengarse de todos aquellos implicados, y Tywin Lannister es uno de ellos.

Por último, en The Eyrie, Sansa intenta recordar Winterfell aunque por ello termine abofeteando a Robin, su primo y el que deberá ser su esposo algún día. Después, tras una conversación con Lord Baelish, éste termina besándola ante la mirada atónita de Lysa, que no tardará en tomarla con Sansa y amenazarla con tirarla por el pozo de la Luna (ese agujero en el suelo por el que tiran a cualquiera) para poder ser feliz con Petyr. Él convence a Lysa de que deje tranquila a Sansa y le promete que sólo ha amado a una sola mujer en su vida, aunque para su desgracia, esa es Catelyn Stark. Poco tiempo tiene para reaccionar, ya que el mismo Petyr lanza a Lysa por el pozo, quedándose como señor del Valle hasta que Robin pueda gobernar (si es que le dejan).

Como he dicho, no hemos tenido noticias de Bran, los salvajes y los caminantes blancos, todos ellos al norte del muro; ni de Stannis y Davos, que deben seguir en Braavos buscando aliados y recursos para retomar la guerra contra los Lannister; y tampoco de Ramsay Snow y Theon Greyjoy que siguen en Dreadfort.

Ahora nos toca esperar dos semanas hasta el siguiente capítulo, The Mountain and the Viper, ya que el próximo domingo HBO no emitirá el siguiente capítulo debido a que el lunes siguiente es fiesta en Estados Unidos. Os dejo con su trailer, porque estas dos semanas se van a hacer muy largas.