
Hand of God (Amazon): crítica
Ron Perlman aparece desnudo dentro de una fuente y rezando en un idioma desconocido y ya aprecias algo interesante. El actor interpreta a un juez que, tras sufrir un duro trauma familiar que deja a su hijo en coma y es bautizado por un falso predicador. A partir de ahí, él piensa que escucha voces de su hijo y que incluso Dios le habla a través de imágenes que solamente él ve y no el resto.
Del predicador y su institución viene el nombre de la serie, Hand of God, y de una donación de 50 mil dólares que el propio juez Pernell Harris hace a la misma en el momento de su bautismo. No sabemos todavía si es cierto o no que él también oye las voces y ahí suponemos que seguirán desarrollando la serie.
Desde ahí, descubriremos que aunque en su trabajo está muy bien considerado por ser estricto a la hora de aplicar la ley, fuera de él no es precisamente un ciudadano modelo, ya que tiene una amante prostituta, no tiene respeto alguno por su nuera y tiene una historia de tráfico de influencias brutal. Muchos frentes y un único horizonte, descubrir lo que Dios quiere decirle.
Hand of God me ha gustado, me ha parecido un planteamiento original, transgresor e interesante entre tanta serie que copia moldes de otras más antiguas, aunque mi miedo (y riesgo para la producción) es que llegue a aburrir, que la premisa no pueda ser estirada mucho más allá de una temporada y es que no es lo mismo hacer una miniserie que un drama como quiere Amazon.
Sin entrar en el Olimpo de las mejores series 2014, Hand of God es una buena serie e incluso hay quien dice que la locura del juez nos podría dar casos autoconclusivos una vez cierre la venganza de su hijo. Así, ya solamente con la cantidad de secretos que se guardan, dramas familiares, corruptelas políticas, alcohol, drogas y tráfico de influencias, el drama se convierte en dramón y la serie podría convertirse en serión, ¿lo veremos? Tiempo al tiempo.
Review Overview
7,3
MUY BUENA
Hand of God es una serie con un planteamiento atrevido y transgresor, aunque esos mismos elementos pueden afectarla a la larga y hacer que pierda su calidad interpretativa y de guión.