Grace and Frankie (Netflix): crítica
Han pasado 25 años desde que Jane Fonda y Lily Tomlin compartieron pantalla en la comedia Cómo eliminar a su jefe (9 to 5 en ingles) y la película que se estrenó en 1980 fue todo un éxito mundial. Ahora, Netflix las vuelve a unir rodeadas de Martin Sheen y Sam Waterston para contanos una dramedia familiar pasados los setenta.
Esa dramedia que nos cuenta como dos mujeres totalmente contrarias en pensamientos y modos de ver la vida se han hablado durante 40 años porque sus maridos eran socios de un negocio y que, de repente, en una comida sin mera importancia se enteran de que ambos llevan 20 años engañándolas y que se divorcian para poder emprender una vida en común.
Así, una hippie trasnochada y una mujer imagen de una firma de tintes de cabello, tendrán que aprender a vivir en la casa de la playa que ambos maridos tenían como nido de amor y empezar a darse cuenta que sus matrimonios se han arruinado y sus vidas de divorciadas está empezando.
A pesar de que Grace and Frankie es pura dramedia, es quizás su aspiración a un público de más de 50 años lo que quizás me eche para atrás, no por mala serie, sino porque no es para mi. Incluso a pesar de tener un guión sólido y consistente y un elenco muy conocido, no me terminan de convencer. Me gustó más la altura teatralizada de Sensitive Skin que también era un crisis de mujer en torno a los sesenta.
Pero no solamente es eso lo que no termina de convencerme de Grace and Frankie, es esa dualidad de mujeres-hombres que tiene la que hace perder frescura al formato y por tanto, las partes cómicas y trágicas no están bien resueltas. Además, tenemos a la reciente primera temporada de la fabulosa Transparent con una sombra muy alargada y que le hace flaco favor a esta producción indie de Netflix.
Lo dicho, échale un ojo, quizás pueda ser tu serie.
Tráiler de Grace and Frankie
Review
5,9
PASABLE
Su aire de dramedia le pesa en demasiadas ocasiones a Grace and Frankie que tienen la losa enorme de comedia indie comparándola con Transparent
