Dexter Morgan (Michael C. Hall) forma parte de la galería de iconos televisivos de la última década, encumbrado hacia el olimpo de los personajes como protagonista de una de las series de culto más destacadas de los últimos años, cita habitual en las listas de las producciones que han dado forma al boom de las series.
Tras ocho temporadas en antena, “Dexter” dice adiós en 2013 con una última entrega en la que por fin veremos qué desenlace han pensado sus guionistas para él y para el resto de los protagonistas de la serie, incluida su hermana Debra (Jennifer Carpenter) o sus compañeros en el departamento de policía de Miami.
Dexter Morgan es también una de las caras del canal de televisión FOX CRIME, que quiere despedirle como se merece. Por ello, el canal ha adelantado este año el estreno de la última temporada, que se emite los domingos en versión original subtitulada, en la misma semana de su estreno en EEUU, desde el pasado 7 de julio y la versión doblada se emite en FOX Crime los jueves, a las 23.00 horas, desde el pasado 12 de septiembre.
La despedida de “Dexter” está marcada por muchas incógnitas y por un vendaval de rumores que aventuran qué puede ser del personaje. En realidad, todas las posibilidades siguen abiertas en lo que promete ser una temporada sin respiro hasta el verdadero final.
El último episodio de la temporada anterior termina con la muerte de Maria LaGuerta (Lauren Vélez) a manos de Debra Morgan para evitar que aquella delate a Dexter, una vez que ha descubierto que él es en realidad el asesino de la bahía y el responsable muchas de las inexplicables muertes y desapariciones ocurridas en los últimos años.
En realidad, toda la séptima temporada asistimos a la tensión creada en entre los dos hermanos, una vez que Debra descubrió “el oscuro pasajero de Dexter” al final de la sexta entrega. El viraje desde el horror inicial hasta convertirse en cómplice sólo por mantenerle a salvo de sospechas fue uno de los temas claves de la séptima temporada y, sin duda, lo será también de la última, en ese juego de ambigüedad moral que ha definido al personaje desde sus inicios.
