Falling Skies 4×12 Shoot the Moon (II)

Falling Skies 4×12 Shoot the Moon (II)

Y por fin terminó la cuarta temporada de Falling Skies, una temporada muy irregular (más bien mala) donde se ha intentando profundizar y empatizar con los personajes (sin lograrlo) a costa de perder emoción y entretenimiento. Aun así, su último capítulo Falling Skies 4×12 Shoot the Moon ha sido el mejor de la temporada sin ningún tipo de duda, y casualmente o no ha sido por predominar la acción y dejar a los personajes a un segundo plano y darles el protagonismo necesario.

Falling Skies 4×12 Shoot the Moon comienza tal como dejamos el capítulo anterior, con Lexi y Tom acercándose a la Luna y con la situación en la Tierra algo complicada. Los grupos de rastreo de Dingaan y Anthony han sido diezmados por la maquinaria de skitterización de los espheni, así que Dingaan vuelve a avisar a los demás. En la Luna, Tom se da cuenta de que las bombas no funcionan, aparentemente por los fallos de la nave y la anulación del sistema de soporte vital.

Comenzaremos por cómo están las cosas en el espacio. Cuando Tom descubre que las bombas no funcionan, la nave se engancha a la señal beamer en modo piloto automático, pero rápidamente es atraída por una nueva fuerza: la nave del overlord quemado. Una vez allí, el overlord resentido intenta hacer daño a Lexi inutilizándola gracias al collar de «paz» que llevaba, aunque realmente era una herramienta de control sobre ella. Además, como están en el espacio, Lexi no puede aprovecharse de la fuerza de gravedad para contraatacar. Cuando el overlord está dispuesto a quemar a Lexi en venganza por lo que Tom le hizo a él, Tom le clava la jeringuilla que le dio Hal para matar a Lexi al overlord y lo mata. Todo ante la atenta mirada de Mira, que lleva un arnés en la espalda.

Además, Lexi ha intentado hacer cambiar de idea al overlord haciéndose pasar por aliada y entregando a Tom, aunque no pareció funcionar del todo. El overlord, justo antes de su último aliento, fue capaz de inhabilitar el piloto automático de la nave, por lo que Tom no puede utilizarla como bomba para que se estrelle en la estación lunar. Aun así, Lexi convence a Tom para que la deje pilotar la nave manualmente y él vuelva a la Tierra, a pesar de que eso la lleve a sacrificarse por el resto del grupo. Tom finalmente accede y se marcha. no sin antes ver que una flota de beamers se dirige hacia Lexi. Por suerte, el padre de Cochise recibió el mensaje y han aparecido en el momento preciso para ayudar a Lexi a destruir la fuente de energía.

Una vez sin energía, la onda expansiva saca al beamer de Tom de su órbita y le deja dando tumbos por el espacio mientras que Lexi muere en la explosión lunar. Hasta el momento, los Volm son incapaces de dar con Tom, que ha aparecido en una nueva nave bajo la voz de otro ser de otra raza extraterrestre, un ser que es «muy bonita» según Tom.

En la Tierra, un beamer suelta una carga en el centro del gueto donde están los demás, y rápidamente una niebla blanca empieza a inmovilizar a todo el mundo. De esa niebla empiezan a aparecer una especie de bichos parecidos a los arneses, pero que se enganchan a su víctima por delante para chuparle la sangre al mismo tiempo que le inyecta otra sustancia para que se transforme. La segunda de Massachussetts (o lo que queda de ella) se separa en varios grupos: Pope y Dingaan quedan atrapados en medio del recinto; Ben, Hal y Maggie se dirigen a un garaje; Matt y Weaver se encierran en un almacén y Anne vaga libremente hasta que se ve sin escapatoria.

A partir de ahí, cada grupo intentará librarse a su manera. Maggie es la única que consigue subirse a un autobús, pero Hal y Ben quedan atrapados en la niebla e intentan disparar a los bichos antes de que les pillen. Finalmente, Ben conseguirá subir al autobús con ayuda de Maggie, y ambos rescatarán a Hal justo a tiempo. Lo que no saben es que los insectos también empiezan a subir el autobús. Mientras, a Dingaan le alcanza uno de los bichos ante la mirada atónita de Pope, que se da cuenta de que los bichos están conectados a unos cables y muerde uno para impedir que acaben con Dingaan. Cuando lo dan todo por perdido, Sarah reaparece milagrosamente para salvar a Pope.

Matt y el capitán Weaver también quedan atrapados en el almacén y consiguen evitar a los bichos durante un buen rato mientras que Anne, al otro lado, descubre que el fuego hace retroceder tanto a los bichos como a la niebla. Así, Anne llegará hasta el capitán y Matt, pero en el peor momento se queda sin combustible en su lanzallamas y un bicho se engancha a Weaver. Finalmente, el capitán consigue partir el cable cerrando una ventana y todos quedan a la espera de los bichos se apropien de sus cuerpos. Pero es en ese momento cuando Lexi vuela la Luna, la maquinaria espheni pierde energía y se libran de la niebla. Como bien dice Hal, ahora es el momento de atacar con todo lo que tienen para hacer el máximo daño posible a los espheni.

Me ha parecido muy curioso como en todos los frentes abiertos en este episodio han sido las mujeres las que han salvado a los grupos: Lexi se sacrifica para tumbar la fuente de energía espheni; Anne descubre que el fuego funciona para ahuyentar a los bichos y ayuda a Matt y el capitán; Sarah reaparece para salvar a Pope y Dingaan; y Maggie consigue rescatar a Ben y luego también a Hal. ¿Qué sería de este mundo sin mujeres? Eso sí, también ha estado la «pavisosa» (permitidme la expresión) que se ha quedado embobada ante la niebla y se ha dejado atrapar como si nada.

Así termina la temporada, exactamente igual que las anteriores: con el grupo a punto de repartir palos y con Tom descubriendo una nueva raza extraterrestre (antes ya aparecieron los overlords y los Volm). ¿Qué pasará ahora? Pues probablemente lo mismo de siempre, los espheni se recuperarán y prepararán el mayor plan para deshacerse de los humanos mientras los Volm ayudan, y seguro que esa nueva raza alienígena jugará un papel esencial. Por suerte, la quinta temporada será la última de la serie y ya no volverá hasta junio de 2015.