El final de la tercera temporada de ‘Transparent’ nos dejó un excelente sabor de boca con una temporada y un final muy decente donde la interpretación de Judith Light, y su personaje tan orgánico, tomaba todo el protagonismo y provocaba su nominación a los Emmy 2017. Ahora, en el estreno de la cuarta temporada de ‘Transparent’, es su hija menor la que toma las riendas de esta ficción, Ali. Pero, al igual que ha pasado con las diferentes crisis de identidad vividas por esta familia, este nuevo reinicio no termina de encajar todas las piezas como en temporadas anteriores, haciéndonos sentir que todavía nos falta algo, que no han sabido explotar del todo.
La serie, una oda a la diversidad sexual y emocional y una introspección sobre la identidad (no sólo de género), siempre se ha balanceado entre el trauma absoluto con su consecuente desolación y la esperanza del refugio familiar, ha sido uno de los híbridos de géneros más claros en los últimos años y no han buscado encajarse en ningún área, sería demasiado fácil. Pero, todo esto, tan bien guionizado y dirigido en sus tres anteriores temporadas, ha sido más complicado de conseguir en este estreno de la cuarta temporada de ‘Transparent’.
En el estreno de la cuarta temporada de ‘Transparent’, las emociones complejas y desacertadas no son la mecha que desencadena un hecho relevante. En este caso es un evento alternativo y fortuito el que desencadenará la trama principal de la temporada: el padre de Maura está vivo. Y si bien la producción ha sabido rizar el rizo hasta el extremo, hablando del VIH, las relaciones sexuales y todas sus posibilidades, la feminidad, la masculinidad, los traumas infantiles y un sinfín más, saliendo indemne en todas las ocasiones, adentrarse en un tema como el político y el paternal parece que no ha sido su mejor elección. No nos daban lecciones, buscaban informarnos, descubrirnos un mundo que para algunos es desconocido…no posicionarnos.
‘Transparent’ nunca ha sido una producción de plot-twist, sus dificultades han sido desarrolladas de forma tranquila, sosegada, a diferencia de esta tanda de episodios que está «estandarizándose» más de lo que debía y buscan personajes y situaciones demasiado explosivas de forma inusualmente rápidascon apareciencia a falta de idea. Un cambio de código que puede reflejar la madurez de la serie, pero también su declive.
Lo más interesante es lo que ocurre con Sarah, Lila y Rob. Soloway se esfuerza por sacar a sus personajes de su zona de confort y lo consigue con bastante frecuencia. Lo único que pasa es que a estos les sienta mejor Los Ángeles que Israel, mejor la avaricia y codicia de la ciudad estadounidense que la siempre política «tierra prometida«.
‘Transparent’ siempre ha rozado la excelencia cuando se ha centrado en la lucha interna de los personajes para encajar con su familia, cuando se mostraban tan vulnerables como altivos… y estos personajes parecen que ya no son tan nuestros como solían ser. Pero siguen siendo tan entrañables como siempre.
El estreno de la cuarta temporada de ‘Transparent’ (Amazon) en España se puede ver ya en Movistar+ completa. Yo seguiré hasta el final, a pesar del descenso en su profundidad, me sigue apeteciendo continuar con los Pfefferman un rato más.
Estreno de la cuarta temporada de ‘Transparent’ (Amazon)