Crítica de la tercera temporada de House of Cards

Crítica de la tercera temporada de House of Cards

Tras unos meses del esperado estreno de la tercera temporada de House of Cards y con una primera y segunda temporada nos dejó muy buena impresión (que contaba con una buena historia cargada de ambición, traición, suspenso y crimen) es nuestro turno destriparla para ti.

En esta tercera temporada de House of Cards, vemos a Frank «Francis» Underwood (Kevin Spacey) ya bien instalado en la presidencia y a su esposa Claire Underwood (Robin Wright) como primera dama, mostrando la pareja la astucia y prepotencia que los ha caracterizado anteriormente, agregándole ahora la corrupción a una más de sus «cualidades»  del gobernante más importante de Estados Unidos de América.

La trama se desarrolla lentamente, como nos tienen acostumbrados, iniciando con Doug Stamper (Michael Kelly), rehabilitándose en un hospital despúes de la tremenda golpiza propinada por Rachel (Rachel Brosnahan), su amor platónico, quien sufre y vaya que lo hace, en su recuperación con pequeños avances en su cuerpo, como lo son el caminar y realizar las actividades más cotidianas como el bañarse o vestirse, todo esto le trae consecuencias laborales muy lamentables, su destitución del gabinete de Frank.

La lealtad que siente Doug hacia el presidente es una relación de padre e hijo de ambos y esto impide que rompan su amistad y con ello sigan conspirando y asesinando personas que les impidan logar sus ambiciones o que los delaten por sus crímenes cometidos.

Mientras tanto, no todo es miel sobre hojuelas para la ejemplar pareja presidencial, ya que sus colaboradores no aceptan la forma en como logró Frank llegar a la presidencia e intentan destituirlo a toda costa, cuestionándole que el pueblo no lo eligio y que el congreso no lo acepta por tener mala reputación, así como la forma en que llegó a la presidencia de una manera vergonzosa y haciendo complot con algunos de sus aliados congresistas.

Surgen problemas de estado para Frank, ahora con Rusia y su presidente Viktor Petrov, (Lars Mikkelsen, creo que este sobresaliente actor Danés rescata a la serie con su actuación y su personaje) sobre la liberación de un rehén estadounidense y de la que no salen bien librados en especial Claire ya que no logra resolver la situación, la que se le va de las manos y el rehén se suicida.

Todo se les va complicando a los Underwood, como también la candidatura de Claire para las Naciones Unidas  y sus desatinados comentarios relacionados al ejército lo que no le favorece y la tachan de incompetente para el puesto, lo que afecta enormemente a la primera dama y lucha obsesivamente por el poder que le traería estar en la ONU sin conseguirlo.

Vemos a una importante rival para Frank, la aspirante a  la presidencia Heather Dunbar (Elizabeth Marvel), mujer inteligente, honesta y muy patriota dándole una gran batalla a los Underwood. Seguramente seguiremos viendo en la cuarta temporada, ya que es un personaje fuerte y  le dará batalla electoral a Claire.

Lo más sobresaliente de la tercera temporada de House of Cards fue el asesinato de Rachel   y la ruptura de los Underwood, fuera de eso no tiene muy buenas cosas, sin embargo la  recomiendo para quienes les guste la política, la intriga y el drama; la serie tiene buenas actuaciones y buen presupuesto en sus locaciones, aunque no logra lo que sus temporadas anteriores en donde si veíamos el derroche de maldad de Francis Underwood, ahora hay  que esperar la cuarta temporada (ya programada) para ver que sorpresa nos tienen preparada.

Tercera temporada de House of Cards

Review

6

BUENO

Nuevos rivales y problemas en la tercera temporada de House of Cards. Una temporada por debajo de las anteriores, pero igual de efectista.

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