Tuvieron que matar a un personaje para que los grandes medios se fijaran. Siempre ha sido fácil menospreciar ‘The 100’, ya que se encuentra en un canal dedicado a adolescentes sin mucha presencia en los grandes premios y que tampoco produce obras con pretensiones. Pero, la apuesta en los dos últimos años por una mayor calidad en series como ‘Jane the Virgin’, ‘The Crazy Ex-Girlfriend’ y, sobre todo, ‘The 100’, han puesto al canal en la mira de todos.
El asesinato de Lexa, importante para el fandom lésbico de la serie, hizo estallar Twitter y convertirlo en arena de comentarios y reivindicaciones sociales. Durante días después de la emisión del episodio 3×07 titulado ‘Thirteen’, hubo varios trending topics mundiales pidiendo explicaciones al creador de la serie, Jason Rothenberg, sobre cómo había cometido la desfachatez de jugar así con los sentimientos de miles de personas que veían en la Comandante un referente importante para su orientación sexual. Finalmente, reculó y pidió perdón, muy de moda ahora entre guionistas y directores (recordemos que también pasó con la segunda temporada de ‘True Detective’ recientemente).
En fin, polémicas aparte, yo siempre he defendido que la justificación hacia los seguidores de la serie (en las que yo mismo me incluyo) deben ser mínimas. Los guiones deben estar escritos con total libertad creativa y aislados de las influencias, que si bien es oro para que las cadenas apuesten por personajes más populares en búsqueda de unos mejores ratings (hola ‘Teen Wolf‘), eso hace perder credibilidad y consistencia a la historia y con ello calidad. Eso no significa que la sala de guionistas deba ser un ente aislado y altivo en busca de la transcendencia literaria, significa que aunque estén apegados a la actualidad y gustos de los seguidores de su obra, deben saber diferenciar entre una cosa y otra. ¿Por qué no apostar mejor por una estrategia transmedia y darle más profundida a los mismos? Lo dicho, odio el fanservice.
Pues así nos plantamos en la tercera temporada de ‘The 100’, con la muerte en dos episodios consecutivos de Lexa y Lincoln, dos personajes secundarios en anteriores temporadas que pasaron a ser recurrentes para luego ser eliminados del mapa. Ya defendía en mi análisis de midseason que la presentación de la AI (inteligencia artifical) y todo su arco argumental tiene muchísimo que ver con la muerte de la Comandante.
Finalmente, ha quedado demostrado que la contraposición de ambas mujeres ha sido el punto más importante de todos y hemos acabado asintiendo la importancia para el nudo de la historia. Tema aparte merece la muerte de Lincoln, personaje encarnado por el actor Ricky Whittle que acusó de acoso al creador de la ficción. Una salida entiendo que necesaria para destensar la grabación, aunque narrativamente justificable también.
Y cuando hablo de justificable no me voy por las ramas de la discriminación. Podríamos también sentenciar que los personajes negros de la ficción (a excepción de Jaha) han ido también desapareciendo de ‘The 100’. ¿Racismo? Hay que mirar siempre más allá.
Y, ¿por qué son necesarias todas esas muertes? Pues es sencillo, por el caos que aportan. Si bien podríamos justificar que desde que está en emisión ‘Game of Thrones‘ cualquier personaje protagónico puede ser eliminado sin más, es la moralidad de la supervivencia la que hace de ‘The 100’ algo sobresaliente y que sobrepase al resto de obras del mismo corte.
La mayoría de sus personajes adolescentes estaban encaminados a «abrir la lata» para que los adultos vieran las condiciones climáticas y decidieran bajar más adelante. En cambio, a lo largo de todos estos episodios se han encontrado con un mundo hostil lleno de obstáculos e impedimentos que les ha requerido una madurez adelantada. La piedad no existe y el morir por «su pueblo», en un oda de patriotismo posmoderno, han dado pie a varias guerras internas y a multitud de asesinatos. La complejidad de las alianzas y la política han elevado al show un escalón más y han convertido la tercera temporada de ‘The 100’ en la mejor que hemos visto hasta ahora. El «blood must have blood» ha ahondado tantísimo dentro de los personajes que mayoritariamente les han convertido en terrícolas, algo que no han visto venir.
¿Cómo podemos resumir la tercera temporada de ‘The 100?
Con unos índices de calidad tan alto, las dos tandas de episodios que hemos podido disfrutar cada semana han sido ricas en multitud de elementos: xenofobia, racismo, clasismo, fanatismo religioso…todo eso llevado al extremo y representado por varios personajes. Una profundida en los mismos adquirida por un relato que gana enteros a medida que avanza y que nos está dejando con una ficción, ‘The 100’, que pasará sin duda a la historia de la ciencia ficción.
Simplemente, a veces, pienso que si ésta serie estuviera en HBO o en AMC, sería portada de revistas importantes, porque con más presupuesto y guionistas contratados a base de talonario, consiguieran todavía una mejor obra. Pero, quedémonos con lo conseguido hasta y disfrutémoslo, aunque tengamos que esperar hasta septiembre.
Y podríamos hablar muchísimo más de ‘The 100’. Por ejemplo, una cosa que me gustaría remarcar es como las mujeres son las líderes principales en la mayoría de acciones y los hombres estando a la misma altura, normalmente guardan una posición de secundarios. Pasaba con Jaha, con el príncipe Doran o con Bellamy. O podríamos hablar de cómo un personaje como Raven se ha convertido en imprescindible, a pesar de que entró como secundaria. O sobre cómo a pesar de que siempre sea lo mismo, la megamadre de Clarke tiene un papel interesante por la preocupación hacia su hija. O cómo alguien con tan poca moral como Murphy ha evolucionado tan bien. O cómo los efectos han sido mejorados respecto a anteriores temporadas…
Pero, no me quiero alargar en el análisis de esta fabulosa tercera temporad de ‘The 100’ que creo que ha merecido la pena a pesar de tener 16 capítulos. Una calidad alta para una serie que difícilmente llega al millón doscientos mil espectadores. Simplemente excelente. ¡A esperar a principios de 2017!
Tráiler de la tercera temporada de ‘The 100’
Muy buena - 7.7
7.7
Crítica de la tercera temporada de 'The 100'
Si en lugar de CWTV fuera HBO (por presupuesto y guionistas principalmente) hablaríamos mucho más de ella. Pero nos conformamos con que sea una joya desapercibida por los grandes medios.
Estoy de acuerdo en que la serie es de sobresaliente pero esta temporada ha sido la peor, Lexa ha sido también lo peor que le ha pasado a la serie y lo mejor que se haya ido. El liderazgo que se las da a las mujeres indiscutible pero creo que Bellamy y Clarke son iguales. Algo muy importante en la tele… ver por fin una relación igualitaria al 100% entre hombre y mujer.
Saludos!