Todo parecía imposible, todo parecía negro y desolador… Pero al final ha sucedido. No, no estoy hablando del final de la investidura de Rajoy. Estoy hablando de que los fans de ‘Sense8‘ tienen el final que querían, el final que pedían, el final que necesitaban.
Lana Wachowski ha hecho los deberes y ha sabido defenderse en esta última aventura de la diversidad, la igualdad y el amor. Y es que lo que dijeron allá por el estreno de la primera temporada en junio de 2015 era cierto, ‘Sense8‘ estaba prevista para cinco temporadas y se ha visto reducida en dos y una película de dos horas y media. Las Wachowski tenían preparado un interesante universo compuesto por una mitología original y enriquecedora que apenas ha tenido el tiempo de desarrollarse debido a la acelerada llegada del final tras determinarse el año pasado que sería cancelada.
Esta mitología no ha desaparecido y se ha incorporado a última hora en esta última entrega dotándole apenas tiempo en pantalla. Una pena que ideas tan chulas queden totalmente desaprovechadas. Sin embargo, algo primaba más. Lana se ha encargado de poner fin a las tramas abiertas, cerrar la serie y regalarnos un producto estructurado que se percibiese coherente y medido y no una marabunta acelerada de sucesos ante un final inesperado. Y por supuesto, tratando con mimo y cariño a los fans, sin defraudarles y sin perder en ningún momento la esencia de la serie, que es precisamente lo que la salvó de la muerte más cruel.
A estos les va a encantar (sobre todo a los europeos) porque tiene lo mejor de la serie. En las dos horas y media de final están todos los ingredientes que han hecho a la serie especial y muchísimos guiños a los momentos más emblemáticos de la misma. Pero todo esto es lógico, se plantea como una película para ellos.
Nos puede recordar a ‘Serenity’ en su epicidad, pero está mucho más trabajada en la unificación con el global de la serie. El final de ‘Sense8‘ vuelve a su rodaje espectacular y cuidado y a ese montaje bien formulado. Con mucho más ritmo y menos tiempo para las tramas individuales de cada personaje, la nueva obra de Lana se ve a si misma como una película de mucha acción. Casi puedo decir que es una película de espías con un cierto aire del 2000. Incluso he visto algo de ‘Alias’ y de la ‘Misión Imposible’ de J.J. Abrams’. La comedia también esta servida. El final de ‘Sense8’ se reivindica, una vez más, como una serie LGTB, como una serie de superhéroes sofisticadísima -cito a Conchi Cascajosa en uno de sus tweets del año pasado- y como uno de los más sorprendentes y efectivos high concepts de los últimos años, salvando ‘The Leftovers‘.
Vuelvo a destacar que Lana Wachoswki ha hecho una labor impecable. A nivel visual es maravillosa, los cambios de personaje a golpe de montaje, los planos estéticos elaborados que ni siquieran eran necesarios a nivel narrativo, pero que suman mucho en el concepto de la serie y que, al final, le otorgan su propia seña de identidad. El final de ‘Sense8’ es una delicia, a Lana le ha salido del corazón y eso es palpable. Esta serie hay que enmarcarla. Enmarcarla para siempre en la historia de la televisión. Ha llegado en el momento clave para reivindicar la diversidad y libertad en todos los ámbitos y a distintos niveles en el texto y en el subtexto. Una serie pionera al ser LGTB, acción y ciencia ficción a la vez. Repito, el final, ‘Sense8’ en general, es una delicia y lo único triste es que nos deja con la miel en los labios.
«Omnia vincit Amor; et nos cedamus Amori» – Virgilio
El final de ‘Sense8‘ se estrena en Netflix el próximo 8 de junio.
Tráiler del Final de ‘Sense8’
Crítica del final de 'Sense8'
8,9
El final de 'Sense8' vuelve a su rodaje espectacular y cuidado y a ese montaje bien formulado. Es una delicia.