Jessica Jones is back baby, y lo agradecemos un montón. La que fuera la más eficaz de las series dedicadas a personas con poderes del 2015, ha regresado con una segunda temporada en la que enfrentaba un reto de lo más difícil, la primera tanda de episodios de la heroína de Marvel nos había dejado dos personajes enormes, y enseñado cómo a veces el casting funciona de una manera perfecta.
Nadie en su sano juicio podría imaginarse al día de hoy que Kristen Ritter no interpretara a Jessica y que David Tennant no nos hubiera obsequiado una interpretación tan exquisita a la hora de ponerse en la piel de Killgrave, un enemigo sólo comparable en el universo Marvel en general con el Kingpin de Vincent D´Onofrio en Daredevil.
Es innegable que Jessica Jones más allá de el acierto a la hora de conformar el cast, tuvo tanto de las buenas como de las no tanto en su primera temporada. La irregularidad lastro al menos cinco o seis episodios a mitad de su presentación, y a pesar de que ese escollo no fue un impedimento para que luego Jessica Jones creciera enteros en sus trepidantes episodios finales, esa irregularidad es innegable y no permitió redondear una temporada perfecta.
Al leer las primeras impresiones de la critica en general sobre la segunda temporada de Jessica Jones, temí que esa irregularidad se hubiera apoderado del total de los episodios, y presenciaríamos otra caída de una gran promesa.
Grande fue mi sorpresa después de ver los primeros diez episodios de esta segunda temporada, una tanda de episodios que no paraba de crecer, donde se demostraron varios aciertos de el equipo de guionistas como diversificar el protagonismo, y no buscar un sustituto único como nemesis, sabiendo lo imposible de alcanzar la perfección que represento Killgrave.
Si hay un pero que ponerle a esta primera parte de la temporada es el devenir de Trish Walker, el personaje interpretado por Rachel Taylor se enfrentaba con el reto de superar los episodios traumaticos de la primera temporada, y es lógico entender en un principio su atracción hacia el compuesto que la hace ser más poderosa, pero en determinado momento toda su inteligencia se pierde de golpe, y su personaje comienza a dar bandazos y a cometer imprudencias una tras otra, cuestión que sería soportable, si no fuera por la perdida de coherencia que se evidencia a medida que pasan los episodios.
Me gustaría decir que la temporada termina a la misma altura a la que comienza pero no lo hace, los últimos tres episodios no terminan de funcionar como lo hace la maravillosa primera recta y eso se hace de notar. Es difícil discernir que es lo que le falta a esta segunda temporada de Jessica Jones para redondear un excelente, pero si debiera de arriesgar creo que sería el no poder recuperar al personaje de Trish cuando más lo necesitaba la temporada, y es a partir de ahí donde se desencadenan todos los errores que no le permiten a Jessica Jones mejorar su primera tanda de episodios.
En definitiva otra correcta temporada de Jessica Jones, que a pesar de todo no termina de dar todo lo que puede y que eso si, deja sentada las bases para una tercera temporada que se promete maravillosa, sobre todo si consiguen superar la irregularidad que la caracteriza, y afinan más la coherencia del personaje de Trish Walker en lo que parece ser el camino que la conducira como en los cómics a ser Hellcat.
Trailer de Jessica Jones
Qué curioso… A mí me esta temporada me gustó mucho más que la primera.
A mi en lineas generales y creo que lo expreso en el articulo también. Pero de todas maneras no termina de despegar como me esperaba.