
Crítica de Galavant: comedia musical imprescindible
Cuando ABC presentó sus nuevas series en los Upfronts 2014 el pasado mayo tuve bastante curiosidad por Galavant, una comedia musical que venía para reírse y parodiar las historias fantásticas, medievales, repletas de héroes y valerosos príncipes, reyes malvados y princesas en apuros. Como mínimo la idea parecía original, y tras su estreno hace apenas unos días no puedo más que intentar convenceros de que le deis una oportunidad porque es de lo mejor que se ha estrenado en abierto en los últimos años, por lo menos en cuanto a comedia.
En una temporada repleta de comedias al uso, clásicas y en su mayoría románticas y familiares, la entrada de Galavant da un soplo de aire fresco que permite creer en el género un poquito más. Sus 7,4 millones de espectadores y el 2,0 de rating en su estreno son buenos datos, no espectaculares pero suficientes para renovar si se estabiliza. Su primera temporada constará de sólo 8 capítulos, se emitirán de dos en dos durante las próximas 3 semanas y yo ya cuento las horas para ver los dos siguientes.

No puedo empezar mi crítica de Galavant sin repetir que es una parodia al género, se ríe de los cuentos infantiles, traiciona los estereotipos y subvierte las reglas del juego. No es que Galavant sea lo nunca visto, a veces también peca de previsibilidad, pero sus muchas cualidades hacen que te olvides fácilmente de sus pocos defectos. Su principal atracción es su formato: una comedia de 20 minutos que además es musical. La serie es 100% Disney, aunque añadiéndole cierta acidez a los diálogos y bastantes referencias sexuales que si bien no son explícitas son mucho más presentes que en Once Upon a Time, por poner un ejemplo.
Entre sus responsables Galavant cuenta con nombres muy conocidos por participar en clásicos como La Sirenita, La Bella y la Bestia o Enredados (Tangled), una garantía de que su apartado musical sea muy digno y funcione a la perfección. Sus letras son absurdas, las coreografías y la puesta en escena lo son aún más, pero todo funciona con una naturalidad difícil de encontrar en televisión. Esas letras son además críticas con el género y aportan cierto punto de sexualidad (siempre encubierta) que sorprende en una serie de este estilo y en el horario en el que se emite. Sólo hace falta compararla con Once Upon a Time, dos series con una misma temática común y el mismo horario de emisión pero enfocadas de dos modos muy distintos. Los números musicales funcionan y si sois capaces de no tararear algunas de sus canciones al terminar de verlo os podéis considerar afortunados (o no).

Los personajes son versiones extremadas de los típicos arquetipos de estas historias, y en muchos casos totalmente opuestos a lo que deberían. Galavant (Joshua Sasse) es el típico caballero valeroso pero venido a menos, conocido por todos, el mejor en su profesión y el mejor amante posible, pero cuando su prometida le abandona se da a la bebida y pierde todo lo que un día fue. Madalena (Mallory Jansen) fue su prometida hasta que fue secuestrada por el Rey Richard (Timothy Omundson), y entonces prefirió la fama y el dinero a ser rescatada por su verdadero amor. El rey es un ser que puede parecer malvado y despiadado pero que en realidad está totalmente cegado y manipulado por su esposa. A Galavant le acompañarán su escudero Sid (Luke Youngblood), un cero a la izquierda en todo momento, y la princesa Isabella Maria Lucia Elisabetta de Valencia (Karen David), que acude en su ayuda cuando el Rey invade su reino.
Todos los personajes bordan sus momentos musicales y enseguida entran en una muy buena química con el resto, destacando especialmente a Timothy Omundson («Psych»), el alma de la serie hasta ahora. El trío que forma con su cocinero (Darren Evans) y su mano derecha Garreth (Vinnie Jones) nos va a dar grandes momentos. Lo bueno de ellos es que pronto se alejan de sus estereotipos y nos muestran a una Madalena que ansía el dinero y la fama sobre cualquier cosa, y por ello se comporta incluso de forma cruel con el Rey, que sólo quiere sentirse amado, y se acuesta con el primer bufón que se le pone en bandeja. También la princesa Isabella, esa princesa en apuros que en verdad de apuros no tiene nada y que rápidamente se alía con Galavant en su viaje a Valencia.

Cuarenta minutos de puro entretenimiento musical, mucho humor, referencias constantes y situaciones de lo más absurdas hacen de Galavant la primera cita imprescindible de este 2015 aunque sólo se quede en esos 8 capítulos. ABC se ha dado cuenta de que cometió un error programando dos episodios diarios (¿habría funcionado junto a Fresh Off the Boat?) y está intentando captar nuevos espectadores a base de reposiciones a lo largo de la semana, por lo que incluso hay esperanza de que pueda ser renovada si mantiene los datos de su estreno. En su favor tiene que tendrá poco tiempo para bajar, ya que en tres semanas terminará, y la crítica de Galavant ha sido bastante positiva en los medios americanos. En su contra que quizás no es el tipo de comedia habitual en las networks y una vida alargada podría no funcionar. Desde luego como reemplazo de Once Upon a Time durante unas semanas funciona y quien sabe si ABC podría repetir estrategia el próximo año. En cualquier caso, os animo a disfrutar de ella mientras podamos como voy a hacerlo yo.
Como ingrediente extra os adelanto que la serie va a tener varios cameos de lujo. En el segundo episodio ya pudimos ver a John Stamos, pero más adelante aparecen nombres de la talla de Ricky Gervais y Hugh Bonneville. ¿Os imagináis a Lord Grantham de Downton Abbey cantando y viviendo situaciones absurdas entre la plebe? Yo no veo el momento de verlo. Os dejo con el avance que se presentó hace meses.
Review Overview
8 - NOTABLE
NOTABLE
Su humor absurdo, las referencias constantes al género y su parodia, y unos números musicales muy efectivos y naturales hacen de Galavant la primera serie imprescindible de 2015.
¡Qué grata sorpresa ha sido Galavant! Me ha gustado mucho y como es cortita su primera temporada me la apunto 😀 No sé si al punto de mejor estreno de los últimos años, pero sí muy diferente, pero concuerdo 100% que la química es clara.