
Llegamos a enero, pasaron las vacaciones navideñas y volvemos a la rutina. American Horror Story: Coven ha vuelto con su décimo capítulo, lo que significa que sólo nos quedan tres episodios más para conocer el final del aquelarre. Apuntad esta fecha en vuestra agenda: el 29 de enero acaba Coven.
[Atención: Si no has visto el décimo capítulo de la tercera temporada no continúes leyendo].
El capítulo de esta semana se ha caracterizado, sobre todo, por aparecer en pantalla casi todo el metraje personajes femeninos. Apenas hemos oído hablar a personajes masculinos, tan sólo a Papá Legba, el Hombre del Hacha y el líder de la asociación Delphi Trust, ninguno principal. El resto de diálogos ha sido llevado por personajes femeninos. Es cierto aquello que nos promocionaban durante los meses de verano: el peso de esta temporada recaería en el elenco femenino.
Sin embargo, también nos dijeron que ésta sería la temporada más redonda, más madura. Y siento no estar de acuerdo. Es cierto que durante más de la primera mitad de Coven se corrigieron muchos de los fallos que se encontraban en las dos temporadas anteriores. De hecho, los personajes y la trama se nos fue presentando poco a poco y mayoritariamente de forma bastante coherente, en contra de Murder House y Asylum, donde en los dos primeros capítulos se nos presentaron tal cantidad de tramas que costaba averiguar en qué consistía la serie.

No obstante, pasó la mitad de temporada de Coven y hemos encontrado lo que más fallaba en las temporadas anteriores: la trama de desdibujaba debido a unos giros argumentativos pueriles, lo que hacía que los finales de temporada fueran bastante flojos. Comenzaba muy fuerte pero no se sabía mantener la calidad. Y esto es lo que está volviendo a ocurrir en Coven. Personajes que desaparecen durante capítulos completos, otros que tras diez capítulos aún no han arrancado, otros que han funcionado como relleno y que no han aportado nada a la trama, o una trama endeble desde el comienzo está haciendo que la calidad se esté difuminando.
Sí, todo lo que estoy hablando es sobre trama y personajes. Y no hablo sobre cuestiones estéticas y artísticas, puesto que éste es el punto fuerte de American Horror Story. No es la profundidad de los personajes o la verisimilitud de sus actos y desarrollo, sino la gran labor interpretativa de un magnífico elenco lo que es American Horror Story. No es una historia lógica sino cómo se cuentan, se incluyen y se tratan unos giros argumentales lo que es American Horror Story. No es el contenido, sino la forma. Esto es American Horror Story. Y esto es lo que estamos viendo. Los personajes no hay por dónde cogerlos, y mucho menos la trama o desarrollo de la historia. Está todo incluido con calzador, y no va a ninguna parte. Quedan tres capítulos para terminar Coven y vayan hacia donde vayan va a estar mal y será una decepción porque la han cagado hasta el fondo. Pero eso da igual.
Es la apariencia lo que importa en American Horror Story. Es ver la magnífica caracterización de Papá Legba lo que más gusta, con ese maquillaje y ese acento canjún. Es ese desfile con esos trajes y esa música mezcla de jazz y funeraria, con esos paraguas y esas casas de fondo lo que gusta. Es ver a Misty Day vestida con un chal negro, un sombrero negro y corpiño mientras come lo que más gusta, lo que llama la atención. Es la forma lo más importante de Coven, por encima del contenido.

El problema de que la apariencia sea más importante que el interior llega cuando una serie está compuesta por trece capítulos de cuarenta minutos cada uno. Demasiado metraje para llenarlo solamente con apariencia. Es lo mismo que ocurre en una relación. Una persona puede gustarte mucho físicamente porque podría decirse que es atractiva casi objetivamente, casi todos la ven atractiva, pero llega un momento en el que, si no hay contenido, te levantas una mañana, la ves y aunque sepas que es atractiva y la veas atractiva, no te gusta, porque sabes cómo es su fondo. Y de esto ha pecado Coven. Han sido demasiado minutos los que ha tenido que llenar de apariencia, y ha llegado un momento en el que, de tanto vender humo, el humo se ha escapado del frasco y se ven los fallos claramente. Es decir, por supuesto que se ve el valor artístico y estético de las vestimentas, la ambientación luminosa o la gran labor interpretativa del elenco, pero el frasco se ha roto y puede decirse que todo esto ya no tapa los errores de que la trama nunca ha sido sólida ni ha llevado nunca a ninguna parte, que la mayoría de los personajes o desaparecen o no tienen relevancia o no despegan, o que a estas alturas nos introduzcan a un grupo de personajes, como son los cazadores de brujas, como los grandes enemigos cuando nunca antes sabíamos nada de Delphi Trust. Quiero decir, si Coven hubiera tenido menos capítulos todos estos fallos no hubieran explotado, pero nos encontramos actualmente en un sinsentido en todos los aspectos.
Dejando a un lado esto, y comenzando a analizar este capítulo, podemos decir que la trama la han llevado personajes que se han caracterizado por tener demasiado orgullo, poco orgullo, o que no saben usar su orgullo. Para comenzar, hablaré sobre la perdición de Misty Day: ella misma. El ser una pueblerina humilde es lo que la ha llevado a su perdición. Fiona, sabiendo de las envidias que existe dentro del aquelarre por alcanzar la próxima Supremacía, contacta a la compositora y vocalista Stevie Nicks usando su influencia y poder, creando en Madison rabia al ver cómo en el aquelarre se dedica tiempo e importancia a Misty Day en vez de a ella. Y Madison, en su interior, no puede soportarlo. Sabiendo que Misty Day es demasiado humilde y carente de orgullo, Madison utiliza su orgullo para acabar con la favorita candidata a Suprema: enterrarla en vida, ahora que Nan no puede oírla.

Y si a Madison le ha venido de perlas usar su orgullo, Nan ha sido víctima de su propio orgullo. Viéndose minusvalorada por el resto de brujas del aquelarre, Nan ha ido formando sus poderes como respuesta al desprecio de sus compañeras. Sin embargo, su perdición ha sido la misma por la que han pecado las demás: si el resto de brujas son prepotentes al mostrar su orgullo de querer ser la próxima Suprema, Nan también ha hecho lo mismo. En un principio mata en una escena casi sadomasoquista tan típica marca de la casa a la vecina Joan, un personaje que sólo ha aportado relleno innecesario a la serie, puesto que habían muchísimas expectativas puestas en ella y se han desvanecido de repente como si nada. Y luego vuelve a mostrar su prepotencia y orgullo ante la maestra vudú Marie Laveau y la Suprema Fiona Goode, lo que hace que se intercambie su alma casi inocente por la de un bebé inocente y acabe, durante la eternidad, en manos de los loas vudú.
Por otra parte, hablando sobre las brujas que no han sabido usar su orgullo tenemos a Cordelia Foxx y a Myrtle Snow. Gracias a la conversación que mantienen en el huerto conocemos que las resurrecciones de Misty Day curan enfermedades y hace que las personas curadas tengan más vitalidad que antes de morir. Y es esto lo que Myrtle le recomienda a la directora de la Academia de brujas: es duro vivir bajo la sombra de Fiona porque, hasta que no haya una nueva Suprema, no serán valoradas. Sin embargo, Cordelia tiene grandes conocimientos de botánica, además de una personalidad que encaja en ciertos lugares. Myrtle, tras ser resucitada, ha comprendido que no ser la mejor bruja no es algo malo, y que lo importante es conocerse a uno mismo para poder ofrecer lo mejor de uno mismo. Posiblemente estos consejos hagan que Cordelia sea la mayor y peor enemiga de Fiona una vez tome nota de ellos y los ponga en práctica.

Por último, queda hablar sobre el orgullo de las líderes vudú y bruja: Marie y Fiona. No hay mucho más que decir sobre la fuerte personalidad de ambas, aunque sí existe una diferencia: Marie vendió su alma a Papá Legba para poder tener vida eterna a cambio de ofrecer cada año un alma inocente al loa vudú, comenzando con la de su propia hija hace casi tres siglos, pero Fiona no puede hacer eso porque no tiene alma. Una vez invocado al loa, éste le ofrece a la Suprema la vida eterna a cambio de la invalidez de Cordelia, y al darse cuenta de que la persona que tiene delante ni duda, ni sufre ni se arrepiente del intercambio, comprende que sin alma no hay trato. Por lo tanto, el excesivo orgullo de Fiona es lo que la llevará a la perdición: no puede ser inmortal, por lo que habrá próxima Suprema. Y parece ser que será Zoe, que ha estado en un segundo plano durante los últimos capítulos.
Para terminar, comentar algunos apuntes rápidos del capítulo de American Horror Story 3×10 . Lo mejor de este capítulo ha sido conocer algo del pasado de Marie Laveau, y lo peor es haber comprobado que los personajes de Joan y Luke no han aportado nada interesante, así como no saber nada de los personajes de Kyle y Spalding. Otro apunte más: el capítulo de esta semana estará centrado en Delphine LaLaurie, o mejor dicho, en lo que queda de ella, además de conocer si Queenie está viva o murió durante el tiroteo en la peluquería vudú. Y por último, también veremos en el capítulo de esta semana las primeras pistas de lo que tratará la cuarta temporada de American Horror Story. Durante los últimos días ha estado corriendo el rumor de que la próxima temporada estará ambientada en un circo o un carnaval, pero son sólo suposiciones. Las primeras pistas las podremos encontrar en el capítulo de esta semana, así que habrá que mirarlo con lupa. Y por mi parte, sigo con el aquelarre, nos quedan tres capítulos más. Feliz semana.
Review Overview
2
Deficiente
La trama y los personajes se hacen añicos