Empezó la emisión de la ochava temporada de Bones en laSexta, y en FOX de la novena. Personalmente creo que ambas temporadas son de transito, el problema es que no está nada claro hacia dónde se dirige, sobre todo la octava, pues la novena todavía no terminó y puede sorprendernos en cualquier momento.
Normalmente las series que llegan a esta longevidad usan algunas temporadas para el desarrollo de aspectos secundarios, y madurar personajes y tramas. Y desembocan en finales más elaborados, auténticos y emocionantes. Y como no, tratándose de una producción americana, un final frenético “made in USA”, con escenas trepidantes, revelaciones sorprendentes y ante todo la victoria del bien. Más en este caso que es una serie policiaca, con asesinos despiadados y asesinatos espeluznantes.
La octava temporada es tediosa, aburrida y a ratos cae un esquema narrativo repetitivo y cansino. Eso no es óbice para que disfrutemos de varios capitulos buenos e interesantes. Pero si tenemos en cuenta que la temporada tiene 24 entregas, se nos antoja una temporada bastante más larga de lo razonablemente necesario, en la cual se nos cuenta poco o nada de relevancia.
Redoble de tambor ¡¡Vaya sorpresa!! Los últimos dos capítulos de la octava temporada, son los más intrigantes e interesantes. ¿Por qué será….?. Clásico intento de este tipo de producciones, que con estos “gestos” reconocen que la temporada no ha sido del todo brillante. “Sacan la gorra”, a ver cuantos seguidores recoge en la última remesa, vista a la próxima temporada. No hay expresión mayor para hacernos ver que algunas producciones se quedan sin ideas, imaginación y guion, y lo solucionan a bases de petardos y fuegos artificiales, pero como estos, son fugaces.
Sigo esta serie desde sus comienzos y ha estado fluctuando entre buenas y malas temporadas, queda claro que la octava fue de éste último tipo, veamos el final de la novena y sus devenires. Deseo que la musa de la creatividad, parafraseando a Picasso, les coja escribiendo guiones, porque mucho deben cambiar las cosas por el Jeffersonian, para “tapar” esta última temporada. Esperando que sean capaces de ir más allá de las crisis de personajes y de algún caso extraño.
Sin embargo, me gustaría destacar el aspecto técnico, ya que en dos capítulos los guionistas nos traen algo diferente con dos cambios de perspectiva. En uno de estos “capítulos especiales” asistimos al mismo únicamente desde el punto de vista de la víctima, sólo vemos y escuchamos lo que ellas ven y escuchan. Estamos acostumbrados como en la mayoría de producciones a ir de escena en escena en las que interviene diferentes personajes en lugares separados, pero poco a poco se compone puzzle del caso. Pero al vivir el capitulo sólo con la información que se ofrece únicamente mientras está el cuerpo presente, se nos hace más difícil componer y darle sentido a las piezas del caso, ya que mucha de la información no se nos es desvelada.
En otro de los capítulos, lo disfrutamos desde cámaras subjetivas en los personajes, y aunque menos trabajado y original que el anterior. Este capítulo dentro de una temporada marcada por esquemas narrativos repetitivos, se nos hace ameno
Sin duda, esperamos una novena temporada diferente, en la que nos vuelvan a “enganchar”. Así pues, esperamos que Huesos y compañía nos vuelvan a deslumbrar.