Durante estas cuatro temporadas Boardwalk Empire ha ido recorriendo el camino hasta doctorarse cum laude en el mundo de las series de televisión y este último capítulo no ha hecho más que reafirmar esa sensación, la sensación de que estamos ante una gran serie en todos los sentidos. Con la perspectiva del que ya ha visto toda la cuarta temporada en su totalidad, podemos afirmar que esta ha sido la mejor temporada de la serie, demostrando su madurez y que el paso de las temporadas en esta serie no significan un declive en la calidad, sino todo lo contrario.
Como ya avanzamos en nuestro anterior artículo el final al que nos estábamos acercando prometía sangre y así ha sido. Como buena season final, la serie de HBO ha asistido a unas cuantas muertes, unas esperadas y otras ciertamente sorprendentes, e incluso personajes que parecían abocados a la muerte sorprendentemente no han visto como sus vidas tocaban a su fin, sino que tendrán continuidad en la próxima temporada.
En lo referente al capítulo propiamente dicho (04×12 Farewell Daddy Blues) nos encontramos a un Charlky White que se siente traicionado, y busca respuestas de esa traicion visitando, no de manera muy amigable, a Nucky Thompson. Éste hablará con Narcisse para que él y White lleguen a un acuerdo, aunque parece que Nucky le da vía libre para que el doctor acabe con White, aunque al final todo es un plan de Nucky para acabar con el doctor, plan que no saldrá según lo esperado, por la intervención de Richard Harrow que desde lo alto del Onyx Club está apuntando a Narcisse, pero (oh sorpresa!) justo cuando dispara la hija de White, que estaba retenida por el doctor, pasa delante y la que acaba muerta es ella y no el doctor.
En Chicago asistimos definitivamente al ascenso de Al Capone como “capo” de todo el entramado del crimen organizado de la zona. Y todo gracias al intento (fallido) de asesinato de John Torrio por parte de los hombre de Al. Torrio se siente mayor y ya que ha sobrevivido al ataque decide retirarse (aquí no se llega a intuir si Torrio sabe que el artífice de todo ha sido Capone).
Un retiro del que quiere también disfrutar Nucky con su querida Sally a Cuba(definitivamente Nucky ha caido rendido a sus encantos) pero que parece que lo va a tener que retrasar. Nucky descubre que el topo es su propio hermano y parece que decide acabar con él, pero la aparición de Will lo detendrá. Más adelante Nucky dice que no lo hubiese matado, aunque aquí tenemos nuestras dudas. Tras este episodio Eli va a su casa y asistimos a una pelea entre él y el agente Knox, una pelea que si destaca por algo es por su realismo, no es una pelea espectacular, es algo tosco, anima, como deben ser las peleas. Y es aquí cuando un nuevo cadáver aparece en la pantalla, pues tras la pelea el agente Knox yace muerto en salón de la casa. Eli tiene que huir, ayudado por Nucky, y viene a buscarlo Van Alden, mano derecha de Al Capone. Así pues, el nexo de unión Thompson – Al Capone se reforzará en la siguiente temporada.
Y por último nos queda la trama de Gillian Darmody, que vemos como acaba en la cárcel, gracias a que se descubre que el cuerpo de su hijo no es del joven que ella ahogó en su bañera, sino que el auténtico Jimmy Darmody está enterrado y ni incinerado, como defendía ella.
Y dejamos para el final, como ha hecho el propio capítulo, la muerte de Richard Harrow. En el Onyx Club Harrow es alcanzado en el costado, y esa herida será mortal y por un momento creemos que ha podido curarse y volver con su mujer y sus seres queridos, pero vemos que es irreal, pues ya no tiene la máscara. Esta muerte y la de Kesler, son sin duda muertes que duelen al espectador, pues eran personajes queridos y sobre todo porque son muertes inesperadas.
El capítulo no se olvida de Margaret, y en el epílogo final nos recuerda que ella todavía está allí, y que, estamos seguro, cobrará más importancia en los capítulos de la quinta temporada. Un epílogo excepcional y con una música muy bien seleccionada, nos va recorriendo a todos los personajes, preparándolos para la quinta temporada.
Y todo esto no ha acabado, pues por suerte tendremos más dosis de Boardwalk Empire el año que viene. Una decisión totalmente acertada, y no sólo por el gusto que uno siente al verla, sino porque han demostrado que saben como crear nuevas tramas y como administrarlas con el tempo preciso y adecuado. El nexo de unión entre cuarta y quinta temporada lo vemos más fuerte que entre la tercera y la cuarta, que empezó de manera más tranquila y sosegada, mientras que la quinta empezará con muchos de los protagonistas sin una ubicación muy precisa. Muchas tramas han sido cerradas en esta temporada y este capítulo sirve para darles el toque final a algunas de ellas, pero también para abrir unas nuevas, enlazando perfectamente esta temporada ya finalizada y la nueva temporada que llegará en septiembre de 2015. Y mi gran pregunta sigue siendo ¿llegarán al crack del 29?
