La enésima serie que nos recuerda por infinita vez algo que ya hemos visto. Así podríamos definir Blood&Oil sin miedo ninguno a equivocarme. Y es que a pesar de contar con Don Johnson, nada salva la ficción estadounidense, ni él mismo, ni el guión, ni el drama familiar.
Comencemos diciendo que la serie narra la aventura de un infeliz matrimonio en busca del nuevo sueño americano, hacerse ricos a través del fracking. Para el que no lo sepa, es una forma más o menos reciente que ha hecho que Estados Unidos pase de ser país eminentemente importador de petróleo a autoabastacerse, cosa bastante beneficiosa para el país. Le llaman la nueva fiebre del oro.
Así, este matrimonio pronto verá la oportunidad de sacar provecho de la industria petrolera en Dakota del Norte e irán por todas pasando por encima de quien haga falta. En el otro lado del tablero, una pareja de multimillonarios petrojeques que quieren seguir expandiando su fortuna y un hijo rebelde que no sabe vivir de lo trabajado y que querrá robar al padre y a su madastra.
Lo dicho, leyendo la sinopsis de Blood&Oil nos recuerda a series como el último remake de ‘Dallas’ hace un par de años. Incluso la forma de publicitarse fue la misma empleada por la serie de TNT. Increíble, pero cierto. Pues con esos argumentos se han plantado a finales del año y les ha costado ser la primera serie cancelada del 2015. Realmente, le han reducido su primera temporada de 13 a 10 capítulos, pero viene a ser lo mismo.
Blood&Oil no ha sabido ofrecernos un buen drama familiar, se ha quedado muy lejos de implicar al espectador emocionalmente y las actuaciones no han sido decentes. Un cóctel que les ha explotado en la cara en medio de tanta sangre y crudo. Parecía que estaba condenada morir desde un primer momento y eso ha pasado.
Yo que tú, no perdía mi tiempo con Blood&Oil, ni merece la pena ni será rescatada por nadie. Una pena no haberme enterado qué es lo que vendían. En fin, otra vez será.
Tráiler de Blood&Oil
Review
3,5
SUSPENSO
Blood&Oil es una serie más, del montón, mala. No sirve siquiera para verla en maratón ni como guilty pleasure.