Ryan Murphy, esa figura de la televisión americana que nunca pasa desapercibida. Hace ya mucho que ‘American Horror Story’ dejó de ser lo que era. ¿O quizás ‘American Horror Story’ es más ‘American Horror Story’ conforme pasan los años? Es difícil saberlo. Si está clara otra cosa, que a lo largo de las temporadas la gente que la sigue es la gente que verdaderamente es fan y que fervientemente disfrutan de la obra de Murphy, cada vez más única, más alocada y con un sello mas reconocible detrás.
Murphy juega -siempre lo hace- a los mash-ups, al popurrí, al todo vale, al cuanto más grande, más absurdo y más divino mejor. Porque eso a Murphy se le da bien, se le da realmente bien, el divineo. Solo hay que ver a Penélope Cruz en el tráiler de la segunda temporada de ‘American Crime Story’. En AHS se reúnen siempre un número clave de divas que reinan la temporada, estas divas se enfrentan de la forma más telenovelesca posible, pero también de la más locuaz. El popurrí de los grandes clichés del género de terror sumado a la mamarrachada conforma un pentagrama que si se toca con sutileza y ciertas nociones de música resulta en un producto inquietante y de suma inteligencia.
‘AHS Cult’ reúne a las dos divas definitivas y las enfrenta una vez más, una batalla para perpetuarse como la suprema como ocurría en ‘Coven’, la suprema de las supremas. Las susodichas divas no son ni Jessica Lange ni Lady Gaga, son las dos únicas figuras que han permanecido en alma de esta serie desde el comienzo y que a lo largo de la saga han ido cosechando y recogiendo el protagonismo que tal vez merecían o que Murphy quería darles. Sí, la batalla encarnizada por nuestros dos preferidos de AHS es real, Sarah Paulson vs Evan Peters. Esta vez juegan varios roles en narraciones internas donde los distintos personajes ejecutan ciertos paralelismos que enriquecen la historia.
La ruleta de temas gira y aleatoriamente (o no) caen en esa batidora que es la mente de Ryan Murphy una serie de ingredientes que después de exprimidos, mezclados y remezclados sale ‘AHS Cult‘. En este espeso potaje hay dos papeles principales, dos papeles opuestos, dos papeles destinados a enfrentarse a muerte. A un lado del ring tenemos a Ally (Sarah Paulson), una loca feminista lesbiana llorando a lágrima viva por el triunfo del horrible y tenebroso Donald Trump; al otro, al misógino y narcisista que se folla la televisión al ver que su amado Trump le va a gobernar.
Así comienza ‘AHS Cult’, dónde acaba es otra historia. Lo que hace Murphy a partir de aquí es una locura. Una locura bastante consciente y con mucho conocimiento de causa. Una locura que aborda una problemática de actualidad. Un esperpento casi valleinclaniano donde las sectas formadas por ultraderechistas xenófobos, misándricas enfurecidas y payasos asesinos son solo un exceso alegórico para hablar de las identity politics -políticas de identidad-.
En una crisis de valores como la actual, la pertenencia al grupo, identificarse con un colectivo es una de las causas de la imparable polarización de opiniones que está teniendo lugar en el debate público. ¿Trump o Hillary? ¿El feminismo o el reaccionismo ante este? ‘AHS Cult’ retrata un verdadero horror americano, un horror que se vive hoy. Pero no solo allí. ¿Os imagináis un remake español donde una Sarah Paulson española, con la estelada en la espalda, llora desconsolada al ver que el gobierno decide aplicar el 155 al grito de «fachas de mierda» mientras un Evan Peters, con la rojigualda en el balcón, se masturba delante de la misma imagen gritando «¡a por ellos, oe!»? ¿O al revés, un Peters que comienza una campaña política pro-independentismo mandando a payasos asesinos contra Paulson que enloquece cuando escucha la palabra «Puidgemont»? Si nos paramos a pensar, no es tan descabellado ni está tan alejado del discurso que tiene Murphy en esta entrega.
Más allá de toda esta crítica a la falta de raciocinio y al exceso de sentimentalismo, la temporada sigue la misma mecánica: giros por doquier, personajes excéntricos que rozan el absurdo -no por ello menos brillantes-, y un episodio final sosegado -casi en forma de epílogo- como un remate algo anti-climático a una historia adictiva.
La duda ante la temática de la octava entrega produce más terror que la serie misma. Es casi un año lo que tendremos que esperar, pero la televisión en general y la FOX en concreto no puede estar tanto sin Murphy, así que esperamos con ansia ‘The Assassination of Gianni Versace‘ que se estrena el próximo 17 de enero.
Tráiler de ‘AHS Cult’
A mí me ha parecido una buena temporada, aunque es cierto que tras un par de capítulos parecía que iba a ser mucho más grande y luego se quedó bastante descafeinada. Quizá su problema mayor es que se vendió en un principio en algo que no llegó a ser nunca, parecía que fuera una temporada sobre fobias y política, y en realidad sólo fueron subtramas. Aun así, me ha parecido mucho más estructurada y que tenía claro a dónde quería ir; una vez más, la forma que tuvieron de venderla antes de que comenzara le ha lastrado como una losa.
La crisis y la falta de raciocinio radican en tu crítica, por cierto pésima, desprolija, deshilachada. Sólo estás enojado con AHS porque se fue poniendo peor, como casi todos quienes amamos las dos primeras temporadas, pero tardás todo ese bodoque de palabras en decir NADA. Malísimo, devolveme el minuto y medio de vida que me robaste,
Muchas gracias por leer, creo que usted no ha entendido mi crítica. Mira la valoración final en términos númericos. Para mi AHS Cult es de lo mejorcito que he visto este año.