Agents of SHIELD 2×07 The Writing on the Wall

Agents of SHIELD 2×07 The Writing on the Wall

Marvel’s Agents of SHIELD continúa dándonos información acerca de las señales de Coulson y Garrett y sobre su significado. Para ello se valen de ese individuo que apareció en un capítulo anterior y con su cuerpo tatuado con las señales, ya que Coulson y los demás deberán atraparle en este Agents of SHIELD 2×07 The Writing on the Wall después de que empiece a matar a otros individuos.

En Agents of SHIELD 2×07 The Writing on the Wall nos encontramos con que el hombre con el mapa alienígena tatuado en su cuerpo comienza a asesinar. Lo que no sabíamos y conoceremos después es que ese mismo hombre está en busca de otros como él, y es que todos fueron agentes de SHIELD que murieron o fueron malheridos y se les inyectó el suero extraterrestre, pero a causa de los efectos secundarios se les tuvo que borrar la memoria y darles nuevas identidades como al propio Coulson.

Mientras Coulson y Skye se dedican a rastrear a este sujeto, el resto del equipo se encuentra en busca y captura de Ward, que ha huido y tiene un plan entre manos. Ward es demasiado bueno y consigue eludir a Triplett, Bobbi y Hunter, se reúne con Bakshi, mano derecha de Whitehall, y le promete un mano a mano con Coulson. No sabemos si Ward está intentando redimirse o si está jugando un doble juego a la espera de lo que pase, pero entrega a Bakshi a los agentes de Coulson y desaparece de allí, rapándose y afeitándose, con un look renovado pero sin antes contactar con Skye.

Skye, por su parte, descubre que una de las víctimas que buscan fue agente de SHIELD, igual que otras tantas víctimas que murieron en parecidas circunstancias en el pasado. Aunque no les queda otra que utilizar la máquina de Raina para extraer los recuerdos, finalmente dan con la identidad del atacante y de la siguiente víctima. Coulson encierra a Skye en la celda de Ward y se va él solo en busca del atacante. Tras una intensa pelea acaban descubriendo qué es el mapa que han estado tallando todos los agentes que recibieron el suero (excepto Skye), unos en pinturas, otros en paredes, otros construyendo maquetas.

Es precisamente la maqueta del último agente atacado lo que da con la respuesta a qué son esas marcas: se trata de una ciudad si se colocan esas señales en tres dimensiones, y ahora el equipo debe averiguar qué ciudad es esa, dónde está y porqué es tan importante, ya que HYDRA no debe estar muy lejos de sus propios descubrimientos. Al descubrirlo todo, Coulson deja de tener los instintos que le incitaban a tallar y el resto del equipo se pone al día de toda esa información.

En definitiva, un capítulo muy entretenido con dos frentes abiertos, uno que se soluciona aunque aporta muchas más preguntas para el futuro, y otro que queda abierto y a la espera de los próximos movimientos del agente Ward. La verdad es que el personaje es mucho más estimulante estando libre que encerrado en una jaula en la que poco o nada podía hacer.