La segunda temporada de ‘Poldark’ concluyó el pasado lunes y no decepcionó. Fue un gran capítulo a la altura de la serie británica que ha puesto el listón muy alto y es uno de los fenómenos del año con 9 millones de espectadores.
Un cuento que parecía el de Cenicienta
Fueron muchos los que pensaron que Poldark sería una especie de Cenicienta, pero esto se aleja bastante de la realidad, quizás Ross Poldark recogiera a una Demelza casi en la indigencia pero fue ella quien le sedujo y la que provocó los acontecimientos que les llevaria a la cama y de ahí al matrimonio.
Cenicienta volverán a pensar. Ross no es ningún príncipe aunque actuó por honorabilidad, y desde luego Demelza no es ninguna damisela delicada. Un caballero uniéndose en sagrado matrimonio a una criada es un acto de rebeldía por parte de ambos. Si la serie ha reflejado algo durante todo este tiempo son las diferencias sociales y de clase que existían en la época. Es un tema fundamental que se ha mantenido y ha estado presente en todo momento.
Empezamos la segunda temporada de ‘Poldark’ con un juicio pendiente en contra de nuestro protagonista. Nervios a flor de piel, fans apretando los puños, expectantes. Todos contuvimos la respiración durante los segundos eternos que tardaron en declararlo no culpable. Y ese abrazo con Demelza ¡que momento!
Familia reunida
También tuvimos un puñado de disputas entre los primos Poldark, lo que produjo la ruptura entre Francis y Ross. Esto se solucionó con éxito y Francis experimentó un desarrollo que nadie habría creído al principio de esta serie.
Francis Poldark maduró, dejó el juego, las mujeres y la vida libertina en general. Endeudado hasta las cejas hizo su última inversión en la Wheal Grace, esperando recuperar su fortuna junto a Ross. A estas alturas de la temporada la familia Poldark estaba ya en pie de guerra contra los Warleggan. George Warleggan siempre fue el enemigo público numero uno de Ross Poldark, intentado de forma continuada destruir a Ross… y siempre llevándose un puñetazo en la cara (a veces literalmente). Me temo que Ross Poldark es demasiado contrincante para George, por mucho que le pese.
Fue un momento demasiado triste cuándo Francis murió ahogado en la mina cuando hacía poco que Jeremy Poldark había llegado al mundo y todo parecía felicidad. Un simple espejismo.
Una traición perdonada
Es imposible no pararse y dedicar algo de tiempo a Demelza. Demelza, que es el personaje que más ha crecido en estas dos temporadas. Apareció como una niña vulgar y se ha convertido en una dama que sabe equilibrar los dos mundos en los que vive: El de la alta sociedad y el de los simples trabajadores. Elevada su posición gracias a su matrimonio, Demelza, conserva el espíritu que la caracterizó desde el principio: Alegre, luchadora, trabajadora y devota a Ross, al que quiere con toda su alma pero al que no duda en cuestionar y llevar la contraria.
Esto la pone en contraste con Elizabeth, una mujer incapaz de vivir sin un hombre a su lado, una mujer que se casa dos veces por dinero… y se acuesta con el marido de otra y mira por la ventana esperando que él abandone todo para acudir a sus brazos.
Con esto me refiero a la escena de traición, Ross y Elizabeth pasaron una noche juntos y ha traído cola, algunos acusaron a la BBC de romantizar una escena de violación pero creo que es ir demasiado lejos, Elizabeth consiente y lo hace de forma consciente (otra cosa es lo que se escribió en la novela). En la segunda temporada de ‘Poldark’ la polémica está servida.
Y aquí tenemos la traición… una que Demelza no merece. Hay que aplaudir que no perdiera su dignidad en ningún momento… todos estuvimos esperando varios episodios a que Ross se arrodillara pidiendo perdón. Fue muy significativa la escena en la que él se detiene unos instantes delante de la mansión donde vive Elizabeth y pasa de largo. Quizás no lo supiera en ese momento, pero acababa de elegir a Demelza. Le costó caer en lo increíblemente idiota que había sido y en el terrible error que había cometido, pero al final nos regaló una escena que nos derritió el corazón.
Y ella le perdonó. Todos lo hicimos.
La segunda temporada de ‘Poldark’ por fin pudo tener un final feliz con la pareja en los riscos de Cornwall.
No puedo acabar sin mencionar la increíble banda sonora que nos ha acompañado durante estos 10 capítulos, tampoco puedo obviar las maravillosas localizaciones que nos regalaron unos paisajes espectaculares y nos invitan a soñar con estar allí.
En definitiva en una serie soberbia, bien hecha, con personajes bien construidos y tramas bien hiladas que atrapan. Tanto que el espectador ni parpadea.
¿Qué nos deparará la tercera temporada? Ya se está grabando y nosotros estamos realmente impacientes…
NOTABLE - 8
8
Critica de la segunda temporada de Poldark
Una historia de amor que no te querrás perder en una época fascinante.