Quinta Temporada de Girls: Crítica

La quinta temporada de Girls empezó como un trámite hacia el final definitivo de la serie para muchos, pero al final se ha convertido probablemente en la mejor temporada de toda la serie. Cuando HBO anunció que renovaba Girls por una sexta y última temporada, algunos incluso nos alegramos de que las aventuras de Hannah y compañía terminaran. En mi caso, no es porque no me guste la serie, sino porque con el paso de los años se había vuelto un poco repetitiva y los  personajes no terminaban de avanzar. Terminaban la temporada con los mismos problemas que tenían al comenzarla, o sino unos muy parecidos que hacían repetir patrones y conductas, y todo parecía un círculo vicioso que le iba quitando fuerza a la serie. Hasta la quinta temporada.

Esta quinta temporada de Girls es posiblemente la mejor hasta la fecha, la más coherente y la que menos altibajos ha tenido en sus 10 capítulos. Siempre habrá episodios mejores que otros, pero en términos generales, esta quinta temporada ha funcionado mejor que las anteriores y por fin hemos podido apreciar cambios significativos en algunos de sus personajes. Lena Dunham dijo en su momento que siempre se imaginó la serie teniendo 6 temporadas, el tiempo que ella creía necesario para explicar todo lo que ella tenía en mente, pero parece que ha sido en esta quinta temporada de Girls, ya con el final muy cerca, donde ha empezado a trabajar de verdad en una evolución apreciable de sus personajes.

(a partir de aquí spoilers de la quinta temporada de Girls)

Quinta temporada de Girls – La evolución de las chicas

Como decía, si por algo se ha caracterizado esta quinta temporada de Girls ha sido por la evolución real de sus protagonistas. Hasta ahora todas se habían movido en el mismo terreno durante cuatro años, se habían revolcado en el mismo barro de siempre para acabar igual que estaban: Marnie y sus problemas con los hombres y sus proyectos de futuro; Shoshanna enterrada en libros y sin sentirse realizada; Jessa como la rebelde sin causa; y Hannah de trabajo en trabajo buscando algo que realmente la llenase.

El mayor ejemplo de esto es el de Marnie, que empieza la temporada casándose con un hombre al que realmente no quiere lo suficiente pero a quien necesita en su vida para sentirse realizada. Marnie ha estado 5 años intentando ser querida por un hombre, no ha sabido estar sola y eso la llevó a cometer uno de los mayores errores de su vida. Todo para continuar en su sueño musical. Y cuando por fin vemos que se da cuenta de eso, que por fin muestra algo de personalidad propia y decide vivir su vida sola y sin ataduras, vuelve a los brazos de Ray para volver a necesitar a un hombre en su vida. Ray no es como el resto de hombres que han pasado por su vida, pero ella misma lo dice cuando se acerca de nuevo a él: quería estar sola,  no debería estar haciendo esto, es demasiado confuso. Así y todo, parece que Marnie ya no es la misma de antes, y necesitó de su antiguo novio Charlie,  a quien le han ido las cosas bastante peor que a ella en estos años, para darse cuenta de su sumisión al sexo opuesto.

Hannah, por su parte, sigue siendo la misma chica malcriada con problemas para las relaciones sociales que antepone su vida y sus problemas a los de todos los demás. Pero aunque sigue sin saber exactamente lo que quiere en su vida, se ha dado cuenta de lo que no quiere, y eso también es un paso adelante de cara a su futuro. Ha dejado a un novio que cumplía con todas o casi todas las cualidades que ‘el novio perfecto’ debe tener porque no eran las cualidades que ella busca en una relación. Ha aprendido a convivir con el hecho de que sus padres sigan juntos a pesar de que su padre se ha declarado homosexual. Y ha terminado por aceptar una relación traicionera como la de Jessa, su mejor amiga, y Adam, el único chico con el que realmente sintió algo. Sin duda, ese discurso en el último capítulo ha hecho que Hannah se gane la simpatía de muchos espectadores a los que nunca nos cayó demasiado en gracia. Y gran parte de esa culpa la tiene Lena Dunham y sus guiones.

Jessa ha comenzado una relación bastante destructiva con Adam (como vemos en el último episodio) a pesar de sus propias reticencias al principio por su lealtad a Hannah. Pero cuando Hannah hace de las suyas anteponiendo su vida a la de los demás, mostrando muy poco tacto con su amiga, ella decide que ya es hora de hacer lo que quiera sin tener que dar explicaciones a nadie. Mientras se prepara para estudiar psicología, Jessa pasa por muchos estados en su relación con Adam, pero no parece que sea una relación con mucho futuro visto lo visto. En la sexta temporada veremos qué es lo verdaderamente importante para ella, si su amistad con Hannah o continuar haciendo lo que el cuerpo le pide. Y sobretodo, si sienta por fin la cabeza.

Y Shoshanna ha tenido en esta quinta temporada de Girls sus apariciones más breves, reducidas a pocos capítulos pero con saltos importantes en su vida. Comenzó la temporada en Japón, viviendo su sueño y siendo realmente feliz. Pero todo se va al traste cuando pierde el trabajo y se ve obligada a volver a Estados Unidos. Una vez aceptado ese varapalo, Shoshanna no se hunde como cualquier persona podría hacer en su situación, y saca fuerzas para ayudar a Ray con su cafetería gracias a sus estudios y darle un nuevo empuje que revitalice el negocio, y a su vez, sus ganas de comerse el mundo.

Quinta temporada de Girls – Los secundarios ganan peso

Esta quinta temporada de Girls ha destacado también por haberle dado más peso a otros personajes secundarios que llevan años con nosotros pero a quien no conocíamos demasiado. Es el caso de Elijah, que por fin vive una trama completamente independiente, alejada de Hannah y las demás chicas y bastante compleja al enamorarse de un hombre famoso que sólo le ve como un capricho temporal. Aunque es un golpe duro, eso le sirve a Elijah para dar otro paso adelante en su vida y darse cuenta de lo que quiere y lo que no quiere, por lo que termina convirtiéndose en un proceso de realización personal.

Adam sigue con su trayectoria en el mundo interpretativo, algo que no ha traído muchos cambios a su historia esta temporada, y mientras tanto ha empezado esa tortuosa relación con Jessa que comentaba antes. Quizás lo más significativo de la temporada para él fue tener que hacerse cargo del bebé de su hermana durante un tiempo tras su abandono, algo que sin duda le ha hecho madurar y que provocó los primeros roces con Jessa en su convivencia. El padre de Hannah ha seguido descubriéndose a sí mismo tras declarar su homosexualidad a la familia, mientras que su esposa se planteó el divorcio pero acabó dándose cuenta de que lo mejor era seguir juntos. Todavía se quieren, y que el marido sea homosexual no significa que no puedan mantener una relación cordial entre ellos, especialmente respecto a su hija y en un momento tan delicado de sus vidas. Ray, por su parte, tiene en su cafetería a su principal preocupación en la vida, ya que la competencia le lleva a un punto de prácticamente arruinarse, pero la ayuda de Shoshanna permitirá que siga soñando en tener el negocio que realmente quiere.

En definitiva, casi todos los personajes han avanzado en sus vidas en esta quinta temporada de Girls, y eso nos confirma que el final se acerca y que el próximo año tendremos que despedirnos de estos personajes que tanto odio y frustración han despertado en nosotros en tantas ocasiones.