Soy muy insistente en que el público al que va dirigida una historia no define la calidad del producto -vease The 100-. Existe una mala costumbre que nos lleva a infravalorar las series de adolescentes, más aún si hablamos de una serie nacional. Si pensamos en series españolas de instituto se nos viene a la cabeza Al salir de Clase, Física o Química, Los Protegidos, El Barco o Luna, El Misterio de Calenda. Muchas de ellas caen en muchos tópicos y por ello tienen muchos detractores. Pero no siempre es así.
Merlí es una serie catalana estrenada en TV3 en septiembre del pasado 2015, y que La Sexta ha estrenado muy recientemente doblada al castellano. Respecto a esto último, os aconsejo que le echéis un vistazo en V.O.S.E.
¿De qué va Merlí? ¿Y por qué está teniendo esta buena acogida? Merlí (Francesc Orella; Los ojos de Julia, Carlos, Rey Emperador) es un profesor de filosofía bastante diferente, se sale de los convencionalismos de la educación para dar clases que espabilen a los alumnos. “No sois unos fracasados, solo estáis dormidos” dice Merlí el primer día de clase. Esto gusta a los alumnos, pero repatea al profesorado.
En Merlí, cada capítulo aborda la perspectiva de un pensador diferente. El primer capítulo trata sobre los Peripatéticos, y el segundo sobre Platón. Por lo tanto las tramas y sucesos que tienen lugar en ellos están íntimamente relacionadas con dichos pensadores. Merlí se plantea como una idea bastante interesante para atraer a los jóvenes telespectadores a la filosofía, en Cataluña lo han conseguido.
Merlí está en el paro. Su ex-mujer se marcha del país y él tiene que hacerse cargo de Bruno (David Solans; Bajo sospecha, Cuéntame Como Pasó, La Caída de Apolo), el hijo al que abandonó. Merlí es desahuciado pero consigue suplir una baja en un instituto. ¿Adivináis en cuál? Sí, en el de su hijo.
Aunque puede resultar predecible, este el inicio de una serie de conflictos paterno filiares entre Bruno y Merlí, una de las principales tramas de la serie, y bastante potente desde mi punto de vista. Merlí quiere redimirse y conquistar el corazón de su hijo. Bruno odia a su padre y no quiere vivir con él, pero ahora además tiene que verlo todos los días en clase. ¿Pueden ir las cosas a peor para el chaval? Pues la verdad es que sí.
Bruno es gay y quiere ocultárselo a sus amigos y a su padre. Está enamorado y va a clases de danza. Bruno teme ser rechazado y no quiere destacar. Sin embargo, Merlí llama la atención en el instituto, es una especie de Doctor House, no acata ninguna regla. Esto pone a Bruno en el punto de mira de todos, una situación que le incomoda.
¿Qué diferencia a Merlí de otras series teen? Merlí busca la reflexión del público joven al igual que su protagonista homónimo busca la reflexión de sus alumnos. Trata de mostrar los verdaderos problemas de los adolescentes, sin situarlos en conflictos de adultos como pretenden muchas otras historias. La serie indaga en temas sociales y distintas preocupaciones de los jóvenes de hoy desde un punto de vista reflexivo.
La visión de la sociedad que se da en esta ficción es esperanzadora. Ensalza la posición de los jóvenes, empatiza con ellos reflejando sus preocupaciones y sus miedos, haciéndoles ver que deben reflexionar, y ser capaces para abordarlos. Sus problemas no son una tontería, son su mayor preocupación en la etapa en la que viven, ya tendrán tiempo de ser adultos y abordar otro tipo de responsabilidades. Es esta capa interna la que hace a Merlí una serie teen especial, sobre todo en lo que respecta al panorama nacional. Repito, el público al que va dirigida una historia no define la calidad del producto, aquello que nos lleva a infravalorar los problemas de los más jóvenes es lo mismo que nos lleva a infravalorar las series dirigidas a ellos.
La primera temporada está compuesta por 13 episodios. Y ya ha sido renovada por TV3 para una segunda tanda de episodios debido a los buenos datos que ha cosechado en la autonómica.
Promo de Merlí
Review del piloto de Merlí
7,8 - 7.8
7.8
Merlí supone una nueva visión de las series de instituto que va más allá, se pone en la piel de los adolescentes y les hace reflexionar. Una serie para los que piensan que pensar todavía sirve de algo.