Con el estreno de ‘El padre de Caín’ en Telecinco, aprovechamos para hacer una entrevista a Patxi Freytez y que nos hablara más del personaje que iba a interpretar. El actor, todo un referente en la televisión y cine de España, ha pasado por series como ‘Ellos son así, ‘El comisario’, ‘Los protegidos’, ‘Amar es para siempre’ o ‘Los misterios de Laura’, y películas tan clásicas como ‘Tuno negro’. Pero él se siente muy cómodo en teatro y actualmente está en cartel con las obras ‘La cocina’ y ‘Ella en mi cabeza’.
Buenas tardes Patxi, cuéntamos acerca de de tu personaje en ‘El padre de Caín’. ¿Quién es el Sargento Delgado?
El Sargento Delgado digamos que es una de las víctimas que producía el estar viviendo en un sitio como el Cuartel de Intxaurrondo. Era el prototipo de Guardia Civil con el síndrome del norte en las venas, alcoholizado. Su único objetivo en la vida es terminar con el enemigo y para eso es capaz de sacrificar a su familia y a sus hijos. Es un personaje muy, muy, muy bestia, brutal.
La miniserie nos va a contar un poco lo que es conocido como “los años del plomo”, esos años ’80 complicados en el norte de España.
La miniserie sobre todo nos va a contar una historia de amor, esto es una base que quiero dejar claro desde el primer momento. Es una historia de amor, lo que ocurre que ambientada justo en aquellos momentos y si a lo que te refieres es que si se muestra con verdadero realismo y crudeza lo que eran aquellos tiempos, te contestaré que sí, que desde luego. Honestamente pienso que no es una serie para niños, es una serie bastante, bastante dura.
¿Cómo se mete uno en un papel tan difícil como este?
¿Sabes lo que pasa? Yo mismo nací en Pamplona, me crié en Logroño, pero bueno…en Euskadi he pasado alguno de los mejores momentos de mi vida y he conocido gente absolutamente extraordinaria. Pues cuando creces en un entorno así, los atentados en la televisión y sobre todo los comentarios por las personas que te rodean, sobre todo por lo que ves por la calle, es una constante que vives. Yo siempre recuerdo que era un ambiente muy, muy, muy hostil y muy brutal pasear por determinadas calles en determinadas horas por Bilbao o San Sebastián. Digamos que todo aquello es una cosa que uno guarda dentro, esas imágenes que se te quedan desde niño, aquellos autobuses “ametrallaos”, aquellas imágenes de coches ardiendo, de personas acribilladas en un bar… son imágenes que yo desde luego desde que era niño las tengo en la cabeza y desde luego sí que me han servido para imaginar el entorno infernal en el que tenía que vivir esta gente. Lo que pasa es que luego sí que he intentado, por supuesto, intentar potenciar en todo lo posible el lado humano del personaje.
Cuando hablas del personaje como dispuesto a llevar cualquier sacrificio personal. ¿Cómo es esa relación familiar del Sargento Delgado?
Pues es un verdadero infierno, sobre todo para su mujer y para sus hijas. Es un verdadero infierno porque este digamos que el entorno de su vida hace que la parte de su cerebro que rige los afectos desaparezca por completo. Entonces es una persona que desahoga sus penas en sus compañeros y, sobre todo, en el vino tinto. Y su mujer es digamos la que le recoge, le mete en la cama el día que se pasa en la cantina del cuartel. El personaje de su mujer es un personaje realmente triste, y que por cierto hace maravillosamente bien Teresa. Tiene una escena además en una cena que es una de mis escenas favoritas porque es de las escenas más patéticas, más tristes y más fuertes que tiene la serie.
También te hemos visto hace poco en ‘La sonata del silencio’, de TVE. Últimamente la televisión en general apuesta mucho por las miniseries, ¿qué tiene este formato que gusta tanto a directores y actores?
Yo creo que tiene menos riesgo económico y, sobre todo, permite asumir más riesgos. ¿A qué me refiero? Me refiero a que las series anteriores intentaban abarcar el mayo abanico posible de público, ¿eso qué implica? Pues que al tener que gustar a muchas personas hay líneas y barreras que no puedes traspasar. Pero digamos que ahora, los tiempos y los gustos han empezado a cambiar y el hacer miniseries, además de ahorrar, pues también permite asumir determinados riesgos.
También hay series como por ejemplo ‘El Ministerio del Tiempo’, que también demuestra que pueden dejar de ser miniseries y funcionar muy bien. Pienso que independientemente de que sean series o miniseries, creo que estamos viviendo un momento creativo absolutamente extraordinario. Extraordinario en todos los sentidos, creo que tenemos unos actores extraordinarios, unos guionistas fantásticos, unos realizadores estupendos y sobre todo, estamos empezando a perder el miedo a romper determinadas barreras y a tocar temas que antes eran pues… tabú. Una serie de viajes en el tiempo ¡por Dios! Tú imagínate una serie de viajes en el tiempo hace diez años en este país… pues yo creo que al productor de turno le entraría la risa y le diría… no.
También te tenemos en el teatro en ‘Ella en mi cabeza’.
Bueno estoy en dos, en ‘Ella en mi cabeza’, en la que estoy con Joaquín Criment y con Rocío, mis dos compañeros de ‘El Comisario’ también. Y también estoy en ‘La Cocina’, ‘La Cocina’, es una función que se está haciendo ahora en el Centro Dramático Nacional, una verdadera burrada, somos 26 actores, dirigidos por Sergio Peris-Mencheta y tiene un éxito tremendo, hemos agotado las entradas desde la segunda semana, está Silvia Abascal, está Javivi, está Luis Zahera… Hay grandísimos actores. Así que fíjate que manera tan estupenda de terminar el 2016.
¿Qué diferencias tiene un actor cuando se enfrenta a una obra de teatro o a una serie?
Cuando preparas un papel para el teatro, te puedes permitir el lujo de ser un poco más minucioso en la construcción, en el sentido de que no necesitas ser tan sintético, ¿por qué? Pues porque tu personaje en una obra de teatro tiene mucho rato para enseñar al público lo que es y lo que no es, mientras que en una serie de televisión tienes que contar muchísimas cosas en escenas, muchas de ellas que duran pues a lo mejor menos de un minuto.
En la televisión y en el cine tienes que tener una capacidad de concreción tremenda, tienes que saber sintetizar muchas cosas en muy poquito tiempo. Entonces, por otro lado, pienso que el teatro tiene también la dificultad de que no se puede repetir, en el escenario si la cagas la has “cagao”, ahí no puedes decir espera un momentito que repetimos.
Acabas el 2016 de una forma muy dulce con teatro y con miniserie. ¿Qué esperas para el 2017?
Bueno pues sinceramente no lo sé, no tengo ni idea de lo que me depara el 2017. Pero bueno pienso que con lo bien que estoy terminando el 2016, espero que el 2017 sea una verdadera caja de sorpresas.
Hasta aquí nuestra entrevista a Patxi Freytes por el estreno de ‘El padre de Caín’. Recuerda que el 6 y 7 de diciembre se podrá ver en Telecinco y posteriormente en Mitele.