Llegamos al ecuador de la séptima temporada de La que se avecina y lo que parecía un realzamiento de la serie tras el primer capítulo se ha quedado un espejismo. La serie de TeleCinco se ha vuelto cansina, repetitiva y carente de gracia, exceptuando momentos puntuales. Todas estas características ya se apuntaban durante toda la temporada anterior y parece que se confirman en esta nueva temporada.
Si algo caracteriza a esta séptima temporada de La que se avecina es sin duda su irregularidad. Se entremezclan capítulos dignos, como el segundo y el quinto, que incluso llegan a estar a la altura de los mejores momentos de la serie con otros capítulos que tras hora y media de duración apenas te sacan alguna risa, algo muy grave para una serie que pretende ser una comedia.
En cuanto a los personajes más de lo mismo, caracterizados hasta el extremo pero rozando lo absurdo en muchos casos, demasiado incluso para esta serie. Es en este apartado donde tenemos que aceptar que durante esta séptima temporada los guionistas han acertado de pleno en el papel de Fermín Trujillo, interpretado magistralmente por Fernando Tejero. En cuanto a la otra incorporación, el personaje de Raquel Ortiz, a quién da vida María Adánez, ya apuntábamos que no parecía muy prometedor y parece que hemos acertado. Se agradecen los pequeños papeles de Matthew (Jimmy Shaw) o el de Violeta (Sílvia Abril), personajes muy histriónicos y que en pequeñas dosis funcionan mucho mejor. Y si hay un personaje “tapado” en esta serie sin lugar a dudas es el de Nines (Cristina Medina), amoldada perfectamente al estilo de la serie.
Entendemos que se trata de una serie de humor, basada de manera primordial en el humor absurdo pero hay tramas y situaciones que superan lo admisible, como la escena de los extraterrestres en este último capítulo por poner un ejemplo. Mención aparte es que cada vez las bromas y chistes que van apareciendo son cada vez menos elaborados. Sabemos que no es una serie caracterizada por un “humor inteligente”, pero todo tienen un límite, y La que se Avecina lo ha ido superando durante el transcurso de esta temporada.
Pese a todo ello esta séptima temporada de La que se Avecina sigue marcando buenos registros de audiencia, aunque los datos de esta última temporada, si exceptuamos el primer capítulo, se sitúan por debajo de su anterior temporada, de hecho en el último capítulo la serie de Montepinar obtuvo el 19.8% de share frente al 27.8% de la serie de Antena 3 El tiempo entre costuras.
Si quieren darle un final digno, pues aún están a tiempo, los creadores de la serie tendrían que plantearse muy seriamente el ponerle el punto final a la serie tras el final de esta séptima temporada, pues visto lo visto, la cosa ya sólo puede ir a peor.
No considero que esta nueva temporada, la séptima, sea irregular. Si no todo lo contrario. Creo que es una de las temporadas con más identidad narrativa y de personajes. Es una serie cómica al más puro estilo español. No hace falta esforzarse mucho para ver que es una versión actualizada de “Rue 13 del percebe”, comics que han hecho las delicias de los españl@s durante tantos años. Al igual que esta obra del maestro Francisco Ibáñez, es hilarante, surreal y comica a su máxima potencia.
Mucho la tacha de irreal, esta claro, Pero ha apostado de manera clara por este estilo de narrativa, parecía que nada iba a superar a “Aqui no hay quién viva”, pero esta producción aunque al principio le costó despegar, ahora vive en su máximo apogeo. Para nada son lo mismo personajes, los que empezaron que los que tenemos ahora. Algo de lo que adolecía la producción primigenia.