En la Primera, desde hace algunos años ha apostado por producciones nacionales que versan sobre aspectos más o menos históricos de nuestro país.
En concreto, Águila Roja empezó hace ya cinco temporadas. Cuando comenzó su emisión, nos quedó claro, que se desenvolvería en una ambigüedad razonable, la cual asumimos todos los espectadores, pero era compensable por una trama de ficción que nos era amena, divertida y emocionante por momentos.
Antes de analizar las últimas temporadas, tenemos que decir que las primeras temporadas gustaron mucho, marcaron buenas cifras de audiencias y se tuteaba en las parrillas televisivas con producciones extranjeras, y nacionales de gran aceptación.
Aun así, no creo que sus desvaríos en los guiones de la últimas temporadas, cuarta y quinta, sean su peor defecto. A mi entender uno de los errores de bulto que comete esta serie, es que a lo largo de las cinco temporadas han ido abriendo tramas, y más tramas, sin cerrar ninguna o sin cerrar ninguna relevante que haya significado un avance significativo en el desarrollo de la historia. Una prueba de ello es que si te saltas varios capitulos de una temporada o si ves capitulos salteados de varias temporadas, los personajes estan enzarzados en los mismos melodramas y las mismas tramas principales, lo cual es síntoma de que algo no va bien. Podríamos pensar que Águila Roja es un proyecto a muy largo plazo, pero personalmente me inclino a pensar que se han quedado sin ideas o que han encontrado una fórmula que les da éxito y la van a exprimir hasta que no puedan más.
Aunque sea una serie de ficción e introduzcan: dragones, templarios, tesoros, demonios, amores imposibles y mil cosas más. Estos recursos están bien para darle dinamismo a la producción en general, pero los verdaderos ejes dramáticos, que normalmente se trazan cada temporada, hay que cerrarlos, para poder abrir otros nuevos. Quedarse temporada tras temporada con los mismos interrogantes, puede llegar a cansar a los espectadores, y que haga inútiles y aburridas las tramas secundarias.
Eso si, después hay capítulos en los que en sesenta minutos ocurren tantas cosas, que uno se siente hasta mareado. Y la narración pasa de capitulos que parecen dignos de una buena telenovela latioamericana, lentos y pausados. A otros en los que la narración se basa en escenas trepidantes, con mucho ritmo y fuerza, al más puro estilo norteamericano. Curiosamente suele ser al principio, mediado y final de temporada. Por qué será….
Hay otras cosas que a mi parecer no quedan bien, seguramente por cuestiones presupuestarias o de otra índole, pero tras cinco temporadas el noventa por ciento de las escenas se desarrollan en los mismos escenarios, por mucho que nos lo disfracen todas las habitaciones del Palacio de los Santillana son las mismas, y de la casa de los Montalvo, la carcel, la callejuela y el bosque, no sale. Esto crea un universo demasiado cerrado, incluso claustrofóbico.
Esperamos pues, que vuelva a la filosofía de las primeras temporadas, y abandone esta inercia de fantasía desenfrenada, tramas sin resolver y personajes a medio hacer. Pues TVE, por mucho o poco que nos guste su dirección, tienes contenidos de calidad, entre ellos Isabel. De la cual hablaremos en otro post, cuando finalice la emisión de la segunda temporada, que actualmente son la Noche de los Lunes. Os animámos a verla!!