Sanctuary es el lugar dónde todos los seres vivos que no son humanos tienen cabida, conocidos por anormales, espero que no te asuste el título, lo digo desde el cariño. Dirigido por la Doctora Helen Magnus, una enigmática humana que lleva viviendo más de cien años, en este santuario y en otros repartidos a lo largo y ancho del mundo se estudian y protegen a extraños seres (y extrañas criaturas) que viven de forma discreta en nuestro planeta. Así, se nos presenta Sanctuary.
La serie es una mezcla disparatada entre ciencia ficción y fantasía y no porque sea comedia, sino porque muchas veces su guión parece salido de una fumada de marihuana de los guionistas, que, a veces, hilvanan sin acertar mucho, pero dónde decir que las temporadas completan tienen un sentido totalmente lógico y estructurado. Por ejemplo, en la serie vamos a conocer a Nikola Tesla, a Sherlock Holmes o a Big Foot. No tienen mucho que ver, pero si ves la serie o vas a verla tiene toda su lógica. Personajes muy logrados y conseguidos que logran divergir hacia un punto en común, el respeto por lo diferente.
La serie es de bajo presupuesto (muy Syfy como diría un amigo) pero sus decorados por ordenador están muy conseguidos, no llegando a la cutrez amada de Farscape. Así, nos enrolamos ante una serie que tiene un denominador común: preservar todas las especies que viven en la Tierra.
Todos esos seres no humanos son también conocidos como anormales (criaturas con mutaciones genéticas, con una evolución superior a los humanos o razas desconocidas por los humanos).
Aparte de la doctora Helen Magnus tenemos a otros tres protagonistas: Will Zimmerman, un psiquiatra forense que no cree en los fenómenos paranormales; Big Foot, el guardaespaldas y amo de llaves de la doctora y Henry Foss, técnico informático y además un híbrido entre humano y una especie de «gorila». ¿Curioso equipo, no?
La primera temporada de la serie es quizás la más liviana de todo ya que nos hacen una introducción de todo lo que es el Santuario, pero además de todo lo que esta a su alrededor como una red de santuarios alternos, la historia de porqué Helen Magnus es su directora y el tráfico de seres no humanos. En esta primera temporada la doctora verá como su hija acaba siendo un anormal (término de la serie).
Mientras, su segunda temporada conecta con los superanormales, unos seres que son capaces de controlar la Tierra. Sus estados de ánimos determinan desde catástrofes naturales sin precedentes. Esta temporada es muy intensa y es que se nos presenta claramente que se desarrollarán a lo largo de la tercera y la cuarta temporada, la lucha entre lo ético y lo no ético, que no entre el bien y el mal. ¡Ojo!
En la tercera temporada, conoceremos el pasado en profundidad de Helen Magnus y viajaremos al siglo XIX con la protagonista. Para mí, es la temporada más completa y más creíble de la serie. Viajaremos al centro de la Tierra a conocer a la ciudad más antigua del mundo y descubriremos cómo después de ser masacrada el ejército querrá la destrucción total de los anormales.
En la cuarta y última temporada, serán los dilemas morales los más importantes. Veremos como el ejército meterá sus narices en el tema del Santuario y cómo la doctora y todo su equipo está dispuesto a enfrentarse a la ONU para que no provoquen una masacre al pueblo de los seres no humanos.
Lo que empezó emitiéndose con el piloto ‘Sanctuary for All’ acabó con el capítulo doble ‘Sanctuary for None’. La serie que marcó en torno a los dos millones de espectadores en su primera temporada (su piloto convocó a 2,7 millones) acabó con 1,2 millones, siendo cancelada por este motivo de una pérdida progresiva de audiencia.
Nunca fue una serie adorada por los críticos y no es BattleStar Galactica, pero es una serie fresca, entretenida, liviana y digerible, que da una vuelta de tuerca al género y dónde todo es válido. Quizás se toma demasiado en serio a sí misma en algunos capítulos y exceptuando en la tercera temporada, no suele haber capítulos de relleno. Muy autoconclusivos los episodios si hay que dar un pero a la serie.
La serie se estrenó siendo una webserie allá por mayo del 2007 y acabó en julio del 2012. Consta de 8 webisodios y 59 episodios de unos cincuenta minutos cada uno (su primera, segunda y cuarte temporada consta de 13 episodios y la tercera de 20).
Era una de esas series que he visto sin un ritmo semanal, sino viéndola de vez en cuando, cuando me apetecía o tenía un rato libre y ninguna otra serie MUST que ver. Lo dicho, si estás huérfano de series de fantasía y ciencia ficción y te has visto a los grandes clásicos del género, quizás esta pueda ser tu serie. Yo, no me arrepiento de haberla visto.