
Continuum 3×03 Minute To Win It
Soy fan de Continuum, de esa estructura y sobriedad bien llevada durante dos temporadas y la profundización de los personajes que llevaron a cabo los guionistas me enganchó. Evalué el capítulo 3×01 con un 6,5 y el 3×02 con un 6, pero sigo devaluándolos cada vez más porque creo que saben hacia donde se dirigen, pero no cómo hacerlo. Me explico, el camino de serializar la serie que pensé en el pasado que era todo un acierto, pero si los guionistas no saben hacerlo es mejor que volvamos a una estructura pasada.
Puede pasar, sin embargo, que nos encontremos ante unos capítulos (o uno) con una notable bajada de calidad y esto siga hacia arriba, pero la irregularidad mostrada en este inicio de temporada…no me gusta. En este episodio hemos podido adentrarnos (de una forma bastante desordenada) en un presente que busca o lucha por dos líneas temporales diferentes.
Por un lado, seguimos teniendo a un Liber8 que sigue buscando la libertad de las corporaciones (todo el capítulo es para explicar que quieren saber qué traman éstas) que mandan en ese futuro del que vinieron que ya no existe y que ellos no saben (dato importante) y, por otro lado, vemos como Alec reciba en herencia la empresa de Escher, su padre, que no debería poseer en el futuro si la línea temporal no se hubiera modificado. Así, las intenciones de los vigilantes de los viajes al futuro no las veo, me parece bastante inexpresivo Carlos pareciendo sufrir por la muerte de su compañera (nunca me gustó este actor, lo veo muy limitado) y el amor de Alec por la chica hace que la trama se torne en demasiado adolescente.
En fin, del caso de la semana, no voy a extenderme. Simplemente, decir que me ha recordado a lo utilizado en Falling Skies para comunicarse con los alienígenas, ¿no? Humanizando el aparato, por supuesto. Pues bien, hasta aquí mi análisis del Continuum 3×03 Minute to Win it. ¿Piensas igual que yo? ¿estamos ante un callejón sin salida de la serie de Showcase?
Review Overview
4,5
FLOJO
La serie da la sensación de haber perdido el horizonte, de no saber muy bien qué camino se ha trazado para llegar donde se espera.