Una línea editorial se define como el conjunto de pensamientos ideológicos que un medio de comunicación tiene, y aunque puede ser variable dependiendo del periodista en cuestión, éste último se debe a su cadena, periódico, revista.
Las líneas editoriales no son consideradas nocivas por el gremio periodístico, sino que se aceptan tal cual, aunque hay veces que esa línea editorial sobrepasa la lógica, y el medio pierde credibilidad y manifiesta una información parcial y tendenciosa. A continuación, vamos a recoger momentos de la televisión españolas, de los últimos tiempos, donde se prima a las ideas por encima de la información, siendo esta la secundaria de las noticias.
Sin duda alguna, tenemos casos muy jugosos en los informativos de cadenas como La Sexta, que sigue una tendencia de izquierda absoluta, subordinada al poder gubernamental. En una entrevista realizada por la sección noticiera, podemos ver que se le dió un espacio abierto para que el presidente hablara lo que quisiera, sin una limitación de tiempo, y acusando por parte de la presentadora a la oposición. El Presidente no debe de responder ante la oposición, sino ante la población que lo ha elegido, y en un momento que el país data de cerca de cuatro millones de desempleados.
Aunque como se decía anteriormente, hay ciertos programas o periodistas que por su experiencia y saber hacer saben aceptar lo bueno, y criticar lo malo, y ahí tenemos a Gran Wyoming con su programa de sátira.
Pero al igual que existen cadenas demasiados afines al Gobierno, hay otras, cuyos ideales sobrepasan el mero apoyo a una ideología, que siempre es válido, y llegan a unos límites informativos bastantes dudosos. Intereconomía es un canal que nació con unos ideales conservadores, que aunque se emitía en TDT tenía ciertos programas que destacaban en la audiencia de canales temáticos, pero últimamente, ha habido algunos ejemplos en que han mostrado el lado grosero de la información, a través del insulto gratuito y la alarma mediática.
El problema es el aire de cientificismo que pretenden dar, pero que no consiguen. Existen más ejemplo, algunos más polémicos, por el hecho de oponerse a ciertos grupos sociales. Un caso concreto, un anuncio contra las personas homosexuales.
No sólo las televisiones privadas son capaces de saltarse la línea editorial (en principio, sólo estas deben de tenerla), ya que tenemos a cadenas públicas demasiado cercanas a partidos políticos, y eso infecta a la información objetiva, la envenena.
No se trata de pensar que las cadenas de televisión no tengan una idea editorial, por supuesto que deben de tenerla al pertenecer a grupos de comunicación, pero sostenemos que desde la independencia absoluta deben crearse contenidos serios y no manipulados. Pasa en todas las cadenas, desde las más liberales a las más conservadoras, desde las públicas hasta las autonómicas y privadas, y hacemos que mediante este manipulación consentida o no, hagamos una televisión de menor calidad.
La intervención política en la televisión no debe producirse nunca bajo ninguna circunstancia, aunque las deudas les acechen.

La televisión de servicio público tiene que nacer cuánto antes, y dejar de emitir el modelo privado de obtención de beneficios, y puede que con esto, quizás, la manipulación informativa desaparezca.
Gracias! Muchas veces cuando una redacta y repasa los textos no se da cuenta de esos pequeños detalles. Me es grato que en los comentarios las personas avizoren para corregirnos si hace fatla. Gracias de nuevo.
¡Hola! Una errata:
*sublevada de manera poderosa al poder gubernamental.
subordinada …
Pero por encima de la Sexta (que a veces se ríe de sí misma) y de Intereconomía (que se toma a sí misma demasiado en serio) que son televisiones privadas, destaca Telemadrid como televisión pública manipulada para favorecer la política de Esperanza Aguirre. Sí, espejo de Madrid. Espe jode Madrid.