En la pasada crónica mi compañero Santi de la Flor ya habló sobre algunas de las películas visionadas. Ahora es turno de la segunda crónica de Fancine Málaga 2016. En la presente voy a terminar ese día con el comentario de otros dos de los largometrajes que se proyectaron, ‘Under the Shadow’ y ‘Les Premiers Les Derniers’, dos films totalmente opuestos tanto en contenido como en narración.
El lunes, sexto día del festival, acudí para visionar ‘The Open’, película que fue introducida por el propio director ante el escaso público presente en la sala, contándonos algunos de los detalles del rodaje y añadiendo que deseaba conocer la sincera opinión de los espectadores ante su obra.
Segunda crónica de Fancine Málaga 2016
‘Under the Shadow’ (8,5/10)
Este sobrecogedor thriller dirigido por Babak Anvari se ambienta en Teherán durante la guerra de Irak de los años 80. A través de la figura de una mujer, madre y esposa, con frustrados sueños de ser médico, se nos presenta una historia de terror donde se hila con sutileza la cruda realidad de un país en pleno conflicto y la reprimida situación de la mujer musulmana con las supersticiones de presencias de seres extraños movidos por los vientos. La protagonista junto con su hija tendrá que luchar contra esa energía misteriosa que intenta apoderarse de sus vidas.
El largometraje que se ajusta a la perfección con el tema de la 26 edición del Fancine, mira más allá de la inocente historia de terror, pues la presencia de ese ser maligno tras un burka nos representa simbólicamente el peso que la mujer debe soportar en la sociedad musulmana, arrebatando sus sueños y por consiguiente sus vidas. Es una película que merece ser vista no solo por su excelente narración, sino por una inquietante puesta en escena en un bloque de vecinos que gradualmente irá siendo desalojado por sus habitantes y bombardeado por la guerra.
‘Les Premiers Les Derniers’ (5,5/10)
Singular drama dirigido por el belga Bouli Lanners, presentando una excelente fotografía con planos panorámicos de paisajes desolados y desiertos que nos introducen a la perfección en ese posible fin del mundo que viven los aislados personajes de la historia, pero con una narración mal estructurada, difícil de entender y de ritmo bastante lento.
Los dos protagonistas, dos cazadores de recompensas, buscan la señal de un móvil a lo largo de una campiña francesa, y por su camino se encuentran con una peculiar pareja de jóvenes que huyen de las autoridades. Todo bajo la persecución del sheriff de la zona junto con sus secuaces, y de la presencia de un hombre llamado Jesús que parece ser “ese Jesús” según confirma el mismo.
La película tiene tres temas principales, el miedo, la soledad y la muerte, este último apareciendo de forma simbólica a través de diferentes elementos como la enfermedad, la vejez o un cadáver. Tal y como su nombre indica, el film nos habla sobre el fin del ser humano, el cual continúa siendo y actuando sin remedio de la misma forma que los primeros de nuestra raza lo hicieron frente a la vida.
‘The Open’ (6,5/10)
The Open es un drama experimental tal y como lo define su director Marc Lahore, el cual estuvo presente en su proyección en el Fancine 2016. Este nos contó antes del visionado de la película que tuvieron un presupuesto muy bajo y un reducido equipo técnico con el que se apañaron a duras penas durante el rodaje. El largometraje se contextualiza en una futura guerra mundial donde el mundo ha quedado devastado. Los tres únicos personajes del film, un guerrillero inglés, una jugadora de tenis profesional y su entrenador, fingen que acuden al torneo de Rolland Garros entrenando duramente cada día y jugando al tenis con una raqueta rota y una bola invisible. El motivo de esto no es más que olvidar la verdadera situación que está sucediendo.
La película que se presenta extraña al principio y con un ritmo demasiado lento en general, llega a normalizar ante los ojos del espectador esa peculiar obsesión del entrenador y sus jugadores por llegar a la final. Su ambientación sencilla logra transmitir el aislamiento y la soledad de los personajes en esos paisajes de montaña y bosque desiertos, acompañada de una imagen muy blanca y fría que a veces causa un innecesario malestar.
En definitiva, no nos encontramos ante el mejor film postapocalíptico aunque si ante una forma extravagante de relatar algo muy trillado, como es una supervivencia durante un momento de crisis mundial, empleando la abstracción de la verdadera realidad como el arma más poderosa para superar el pánico por esta misma.
Hasta aquí la segunda crónica de Fancine Málaga 2016, pero todavía quedan varios días. ¿Te animas a ir? Tienes su programación aquí.