El Mal Que Hacen Los Hombres, dirigida por Ramón Térmens y protagonizada por Daniel Faraldo, Sergio Peris-Mencheta, Andrew Tarbet y Priscilla Delgado, se estrena el próximo 19 de febrero en la taquilla española. Con motivo de su presentación en los cines Palafox, elrincon.tv junto con otros tres medios informativos, tuvo la oportunidad de realizar una entrevista con el director, y con el guionista y protagonista de la película.
Santiago y Benny, sicario y médico respectivamente, trabajan para un cártel mexicano. Establecidos en una nave industrial donde someten a torturas y vejaciones sin ningún tipo de escrúpulo, ambos reciben un paquete sospechoso de manos de Martín, familiar de Lucho, el capo del cártel. A partir de ese momento, los tres se verán envueltos en un thriller donde la redención, le ética humana y la duda serán sus pilares.
Tras colaborar en Negro Buenos Aires (2009), Térmens y Faraldo se lanzan con un narco-thriller que trata de explorar las intimidades del ser humano cuando la situación se vuelve irreversible, cuando la bondad, arrastrada a lo más profundo del alma culpa de la ira, sale a flote para ponerse entre la espada y la pared. Sin embargo, el aroma a serie B le quita la sobriedad que merece la trama. Con estilo, pero escasa de ritmo, El Mal Que Hacen Los Hombres se acerca al narcisismo cinematográfico.
Entrevista
Pregunta: Daniel, puesto que eres el guionista oficial de la película, ¿cómo y por qué te surge la idea de retratar las nimiedades del sicario?
Respuesta (D. Faraldo): Primeramente fue gracias al cine de suspense. Siempre me ha gustado y siempre había querido escribir una historia que tuviese grandes cotas de suspense e intriga. La idea me viene de mi tierra, el hecho de explorar y escribir sobre la mente de una de las figuras más temidas en el mundo, como es el sicario, fue un reto, pero a la vez un placer.
P: Daniel y tú colaborasteis juntos en Negro Buenos Aires. En esta ocasión, ¿qué os ha llevado hasta El Mal Que Hacen Los Hombres?
R (R. Térmens): Pues, como nos ocurrió antes, gracias a la conjunción de dos historias. Yo quería hacer una película sobre una niña secuestrada y Daniel me contactó con la suya, es decir, crear una obra que reflexionara sobre el mundo íntimo de un criminal, lo del cártel aún estaba por verse. Vimos que ambas ideas podían juntarse en una sola y decidimos empezar a darle forma. Creo que ha quedado un thriller bastante cercano a lo que pretendíamos en un primer momento.
P: Daniel, también ejerces la faceta interpretativa. ¿Cómo definirías el giro que sufre tu personaje? ¿Cómo te has introducido en el papel para pasar de la ira a la bondad en menos de media hora?
R (D. Faraldo): Me alegra que me hagas esta pregunta. Cuando estábamos en la fase de investigación, descubrimos un reportaje sobre el arrepentimiento de un sicario bastante conocido en Centro-América. Recuerdo que me impactó muchísimo porque después de narrar cómo asesinaba a sus objetivos, se derrumbó y comenzó a llorar desconsolado, arrepentido casi al 100%. La escena es escalofriante, y de hecho, fue y es estimulante para mí cuando tengo que dar vida a Santiago. Ese cambio se produce realmente, no sé en qué porcentaje pero puede darse en la vida real. La conversión es complicada, tuve que analizar con la ayuda de los libros la mente del psicópata, para así adentrarme en sus motivos y, después, poder dar forma al concepto por el que se rinde. Fue una experiencia muy estimulante.
P: Ramón, ¿por qué Martorelles como escenario?
R (R. Térmens): Conocía la nave en Martorelles gracias a otras búsquedas anteriores y en cuanto la vi, llamé a Daniel para que la viera, además fue curioso porque estaba en Barcelona, fue algo telepático por así decirlo. La verdad es que el flechazo con la localización fue inmediato, la cantidad de espacios para rodar en un mismo sitio fue crucial para la película. El proceso fue rápido.
P: Al ser una historia que, en su objetivo final, ha sido escrita por los dos, ¿cómo has visto la parte en la que tú pusiste la idea? ¿Se ha portado bien Ramón en referencia a tus expectativas?
R (D. Faraldo): Sí, por supuesto que sí. Ramon ha traducido el guión perfectamente, creando lo que yo mismo tenía en mente. Los dos nos comunicamos sin hablar, vamos en la misma dirección y es algo que lo venimos viendo desde Negro Buenos Aires, por lo que sabía que iba a ser un buen trabajo.
P: ¿Ha sido especialmente duro rodar con un presupuesto escaso?
R (R. Térmens): Mira, siempre hago referencia a una frase de Robert Bresson que dice “nunca pienses la película fuera de los medios que posees”. Evidentemente, una vez me llega el guión comienzo a pensar en grúas, travellings, drones…y ese es el momento crucial en el que tienes que cambiar el chip y pensar con el dinero que posees. A nosotros no nos resulto particularmente complicado dado que las localizaciones son muy pocas, Martorells está cerca de nuestra residencia y, aunque gozamos de un gran reparto, supimos valorar en mayor grado el lenguaje cinematográfico que una posible cara de primera plana.
P: Daniel, visto el poco éxito en el cine, y su labor teatral, ¿era Sergio Peris-Mencheta el perfil que mejor encajaba en Martín?, ¿qué opinas de la situación de Sergio en el cine español?
R (D. Faraldo): Sergio me parece un actor muy desaprovechado en España. No existe en nadie como él en el cine español. Su físico y su fuerza bruta (literal y metafórica) era perfecto para el papel de narco porque ya te lo crees tan solo con verlo. El cine español, tarde o temprano, va a redescubrir a este actor extraordinario. En el teatro hace una labor maravillosa, es una fuente constante de creatividad.
P: Y tú Ramón, ¿cómo te has sentido dirigiendo a Andrew Tarbet o a Sergio Peris-Mencheta?
R (R. Térmens): Me gusta la interacción de todo el equipo mientras trabajamos, saber qué opina el otro, qué ideas propone. Muchas veces el actor o el director artístico o quién sea te puede dar una visión superior a la tuya y mejorar tu idea. Y eso es algo que Sergio y Andrew hacen casi sin querer y han hecho en El Mal Que Hacen Los Hombres. Le aportan matices al personaje que, quizá, a mí no se me ocurrirían en ese momento. Ambos son extraordinarios, y con Andrew tuvimos mucha suerte porque lo encontramos en Barcelona haciendo un casting donde sólo iban actores americanos. Fue el destino.
Tráiler de El Mal Que Hacen Los Hombres