Su nombre es Juho Kuosmanen y ha sido el director encargado de plasmar sobre la gran pantalla, la historia de una de las leyendas del deporte en Finlandia. Se trata de uno de los cineastas con más futuro del cine europeo. Juho pertenece a una de esas industrias cinematográficas emergentes dentro del panorama audiovisual actual, como es la finlandesa. Fue el triunfador con el premio a Mejor Película en la categoría Un Certain Regard del Festival de Cannes con ‘El día más feliz en la vida de Olli Mäki’. La cinta narra la historia del boxeador que marcó un antes y un después en el desarrollo de este deporte de contacto en el país nórdico y mostrar en el cine su vida, desde lo personal a lo profesional, no era una tarea fácil.
Ahora, Mäki pelea contra el combate más duro de todos aquellos que ha disputado a lo largo de su trayectoria. El Alzheimer ha impedido que a sus 80 años pueda disfrutar de esta excelente representación audiovisual de su vida. Sin embargo Raija Mäki, su mujer, sí que ha sido testigo de la fidelidad con la que están narrados los sucesos. Una delicia visual rodada a la antigua usanza que da muestras del nivel y el talento de nuevos cineastas como Juho Kuosmanen que llegan para quedarse entre los grandes.
¿Cuál fue el germen de la película?
La idea me vino por primera vez en el año 2011, empecé a interesarme en Olli Mäki como persona privada y como boxeador. Pero cuanto más me documenté, más me interesaba. Sobre todo a partir de un documental que vi, que se hizo sobre él mientras él preparaba ese famoso combate. Allí empecé a darme cuenta de que había muchas cuestiones, muchos temas que yo pensaba que podía relatar bien con las que me identificaba. Además me permitía hacer algo que no tuviese que ser meramente épico, sino seguirle durante esas dos o tres semanas previas al combate. El más importante de su carrera.
¿Le supuso más presión el hecho de tener que contar la historia de uno de los mitos del deporte en Finlandia?
Empecé a ver que le entendía muy bien en muchas cosas en cuanto a su carrera, la felicidad, cómo perseguirla. Pensando en que yo había captado eso, no me daba ningún miedo enfrentarme con esa persona que era casi un mito como bien dices tú. Me veía como la persona adecuada para contar eso y hacerlo bien.
¿Apostaron por el blanco y negro desde el principio?
No, no fue la primera decisión. De hecho habíamos decidido hacerla en color. Pero fue después de hacer pruebas con el color y al dejar posteriormente solo el blanco y negro cuando decidimos que tenía que ser así porque nos gustaba más. Se lo comunicamos a los productores y no hubo ninguna objeción al respecto.
Es inevitable al ver la película regresar a tiempos del cinéma vérité…¿Qué otras influencias hubo?
En cuanto a referencias mi director de fotografía no vio demasiadas películas de boxeo. Yo sí, muchas. Pero en cuanto a la manera de ver el look que tenía que tener el largometraje era mucho más al estilo del cinéma vérité como bien dices, con cámara en mano. Decidimos combinar esa manera moderna de hacer cine europeo con ese aspecto de los 60 para recalcar una historia de esa época. Fue un poco la combinación de las dos cosas.
¿Se quiso ayudar a desmitificar la imagen de un ídolo de masas como Olli Mäki dejando en muchos momentos a un lado el deporte en sí y dando más importancia a su vida personal?
Era más la intención de crear esa película sobre los acontecimientos desde el punto de vista de Olli. Él no quería en ningún momento ser un héroe o un mito, le gustaba el boxeo y quería ser un buen boxeador pero no quería verse como un héroe. Sobre todo lo que él quería, y eso es importante, es poder decidir sobre su propia vida y no seguir toda la parafernalia que se le había impuesto por convertirse en un héroe nacional. Yo quería recalcar esa idea desde su punto de vista.
¿Cómo fue la interiorización para Jarkko Lahti de un personaje tan poliédrico y reconocido por la gente?
Como actor, él hizo mucha investigación sobre cómo pensaba el Mäki. Cuando uno empieza a actuar no hay diferencia en interpretar a una persona que realmente ha existido o un personaje inventado. Decidimos que no queríamos imitar al Olli real. Queríamos que fuese una mezcla entre Jarkko y nuestra idea de Olli. Hay una cosa que nos ha gustado mucho. Cuando hablamos posteriormente con Olli y Raija, que ya están mayores, nos comentó ella que lo que Jarkko ha puesto en la pantalla le recordó mucho al Olli Mäki joven que ella conoció. Hay muchas interpretaciones de cómo es Olli Mäki como persona y esto asusta mucho. Que Raija me haya dado la aprobación de esto significa mucho para mí.
Imagino que ganar un premio tan importante en Cannes hace de su primera película un gran primer impulso…
En cuanto al premio en Cannes sí que ayuda por encima de los demás aspectos. Ayuda incluso para atraer público en mi propio país y para que haya distribución de la película en todos los países de Europa. Para un primer largometraje ayuda mucho sin duda.
En Finlandia el IVA cultural es del 10%, en España del 21%. ¿Considera esto un factor importante para que la industria allí pueda crecer más, en los próximos años, con respecto a una con pocos apoyos por parte del Gobierno como es la española?
Desde luego prefiero que sea el 10% en lugar del 21% como aquí en España. En Finlandia además hay una política de apoyo a la cultura que es muy buena. El precio de una entrada allí son 12 Euros, por lo que es también muy alto. Me gustaría que también fuese más bajo porque sería bueno para todos.
Tráiler de ‘El día más feliz en la vida de Olli Mäki’