Todos temíamos el momento de que ‘Suicide Squad’ llegara y no nos gustara. Una película que nos mostraba un fabuloso tráiler a modo videoclip que nos dejaba con ganas de ver el segundo blockbuster de la franquicia DC en el 2016 y que nos deja con otro mal sabor de boca tras ‘Batman V Superman‘.
‘Suicide Squad’ (‘Escuadrón suicida’ en España) nos cuenta la historia después de la muerte de Superman. Una delegada del Gobierno estadounidense, Amanda Walder (Viola Davis) ha estado investigando en las cloacas de las prisiones y en el Arkham Asylum cómo unos criminales con ciertas habilidades humanas o suprahumanas pueden servir para frenar una posible amenaza alienígena o metahumana. En juego: salvar a la humanidad.
‘Suicide Squad’ y los problemas en el rodaje
Comencemos por el principio, allá por 2009 cuando la idea de ‘Suicide Squad’ estaba en desarrollo en los estudios de Warner Bros Pictures. En esta ocasión, contaban con Dan Lin, Colin Wilson y Charles Roven como productores ejecutivos del proyecto y Justin Mars como guionista. Todo quedó en eso, una idea, ya que finalmente no sería hasta 2014 cuando todo comenzó a coger forma. Tras muchos dimes y diretes, fue en septiembre de ese año cuando David Ayer tomaría las riendas de la dirección y el guion del film y se rodearía de los productores Richard Suckle y Charles Roven en el proyecto.
El polémico director (‘The fast and the furious’, ‘Dark Blue’) tomaba las riendas de un macroproyecto por primera vez en su carrera cinematográfica sin miedo, aunque vigilado de cerca por fans y crítica. Una tarea harto difícil a la que se le sumaba tanta megaestrella presente en el rodaje y con unos productores, los de DC, que suelen meter mano en el producto final.
Con todo esto, podemos entender que ‘Suicide Squad’ ha tenido muchos problemas en el rodaje desde el momento de su nacimiento y que ha conllevado a que el producto final no haya sido de la calidad esperada, a pesar de que hemos podido ver en la gran pantalla a grandes y famosos protagonizas como Will Smith, Jared Leto, Margot Robbie, Joel Kinnaman, Jai Courtney, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Karen Fukuhara, Jay Hernández, Cara Delevingne y Viola Davis.
‘Suicide Squad’ y sus problemas de guion
Si como decíamos antes las decisiones en los despachos alteró el normal funcionamiento de la preproducción de la película, parece que su desarrollo no se quedó atrás. Para hacer el guion tardaron escasos seis meses, cuando una obra de este tipo (con tantas referencias a las cómics) necesitan de un tiempo más prolongado para segundas y terceras lecturas y revisiones externas. Todo un proceso fallido que explica las grandes lagunas e incoherencias existentes en ‘Suicide Squad’.
La historia guarda tras de sí diferentes tonos, que aunque pueda justificarse en la coralidad de su elenco, no tiene el más mismo sentido una vez hecho el montaje. El director David Ayer impregnó con un sello de oscuridad todo ‘Suicide Squad’, pero luego la productora exigió que se grabaran nuevas escenas con ciertos alivios cómicos para así acercarse un poco más al universo MARVEL. Grave error si solamente quieres copiar eso, pues la compañía poseedora de ‘Spiderman’ o ‘Iron Man’ tiene en la construcción de sus personajes uno de sus fuertes. Sí, son superhéroes con vis cómica, pero también algo más poliédricos y menos planos que los que aparecen en ‘Suicide Squad’.
El exceso de tiempo en presentar a los personajes hace que asistamos al tedio excesivo. Unos momentos que es necesario porque no conocemos casi a ninguno, pero con una ejecución patosa. No por la presentación en sí, sino porque la forma de hacerlo nos hace querer entender que son la leche (perdonarme la expresión), cuando después todos pierden el protagonismo a favor de Deadshot y Harley Quinn.
Es en ese desarrollo cuando la película se convierte en un shooter (videojuego) durante unos largos 30 minutos. Una misión de ‘Call of Duty’ donde nos damos cuenta que los personajes funcionarían mejor por separado que en una acción conjunta. Y no queremos ver eso, queremos jugarlo.
También pesa demasiado el protagonismo exacerbado del personaje de Will Smith, líder emocional del grupo. Un Deadshot que justifica sus acciones a favor de que lo liberen para poder ver a su hija, una justificación casi nula que no hará más que mostrarnos las lagunas del guion. ¿Acaso alguien se piensa que la escena del sargento mostrando las cartas que su hija le mandaba estando en la cárcel son suficientes para querer participar en la misión?
Por último, la villana del fin pierde eficiencia en el tercer acto y pasa de ser el metahumano más poderoso hasta el momento conocido a una simple y banal bruja sin poder alguno. El problema de presentar a supervillanos es qué hacer con ellos y aquí en ‘Suicide Squad’ no han sabido. No han entendido que los villanos sin moral, sin ética, sin prejuicios por el orden ni la justicia, son eso, creadores del caos. Sí, entretienen, pero se quedan en una mezcla loca, ridícula y absurda de héroes, villanos y sentido de la justicia universal.
Como dice mi compañero Mario, «la actitud es una herramienta que no vive sus días felices estando supeditada al fan service·
La maravillosa Harley Quinn y el sobrado Joker
A falta de que le den un papel principal al personaje de Harley Quinn, lo que hemos visto en ‘Suicide Squad’ nos gusta. Su personaje de locura y bipolaridad está muy bien conseguido e interpretado y ha conseguido que sea de lo poco salvable en la película. Su dualidad, su oscurantismo y su devoción absoluta y perpetua al Joker es de lo más destacado.
Sin embargo, el Joker no nos llega a encadilar, a pesar de tener minutos de sobra. Una interpretación que roza la autoparodia y que queda muy lejos de los interpretados por Jack Nicholson y Heath Ledger, quedándose a un paso del irónico y sufrido personaje interpretado en la época de Cesar Romero. Todo un despropósito para uno de los villanos insignia de DC.
La música luce estupenda en ‘Suicide Squad’
Entre tanto neón y nocturnidad, la música es un elemento primordial y necesario en una película de este tipo. Para ello, contaron con el ganador de un Oscar y un BAFTA por ‘Gravity’ Steven Price. Con dos pistas que destacan por su ritmo, «Heathens» y «Sucker for Pain» son unos claros aciertos que se han utilizado de forma brillante en la película.
Pero no solamente destacan estas piezas, tenemos una variedad enorme y muy acertada en prácticamente todo ‘Suicide Squad’, con apariciones estelares de canciones interpretadas por ‘Eminem’, ‘Skrillex’ o ‘Panicǃ at the Disco’. Un efecto noventero, con luces y brillo por doquier que daban el aspecto de LSD a una película que necesitaba de ello. Todo un acierto.
Tráiler de ‘Suicide Squad’
PASABLE - 5
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Crítica de 'Suicide Squad'
El efecto 'Sharknado' ha llegado a los superhéroes de DC, pero esta vez tomándose demasiado en serio a sí mismos. Un pelotón de segunda para una película de tercera.