‘La cura del bienestar’, una atmosfera magnética, turbadora y delirante

Gore Verbinski (‘Piratas Del Caribe’, ‘The Mexican’, ‘Rango’) retoma con ‘La cura del bienestar’ el cine de terror e intriga que le funcionó con el remake de ‘The Ring(La Señal)’ 15 años atrás y nos presenta un film absolutamente diferente, arriesgado y subversivo. Una experiencia atípica que se sale de los cánones establecidos, que tendrá adoradores y detractores a partes iguales.

Cuando contamos una historia usamos imagen y sonido para dejar huella en el espectador. Pero en este género, más que en los demás, diriges un experimente psicológico con los espectadores. Me gustan las películas que muestran un punto de vista, las que tienen voz, donde pasa algo tras los personajes y la historia, donde el narrador es otro personaje. Donde la narración es tan importante como la propia historia

Crítica ‘La cura del bienestar’

La atmósfera creada para la ocasión es un idílico balneario en los Alpes suizos donde el CEO de una gran compañía pasa los días para curar una de las enfermedades de nuestro tiempo, el estrés. Siempre pendiente de los balances bursátiles, la vida acelerada y estar continuamente conectados en la era digital, hacen que este directivo viva en un retiro espiritual alejado de cualquier tentación, ya que no hay cobertura para los móviles, ni Internet, ni noticias de ningún tipo en este particular balneario, donde las propiedades de su agua son terapéuticas y prometen liberar tanto la mente como el cuerpo de esa angustiosa presión. Lockhart (Dane DeHaan) es un joven ambicioso, que debido a la delicada situación económica de la empresa, es el encargado de desplazarse al balneario para convencer a su jefe que es necesario su regreso de inmediato. Pronto se dará cuenta de que algo raro se respira en el ambiente en ese majestuoso edificio, la dificultad de encontrar a su jefe Pembroke, el extraño discurso del Doctor Volmer (Jason Isaacs) y una joven adolescente Hannah (Mia Goth) que vaga por los alrededores y que ante su pregunta de  ‘¿Ha venido para la cura?’ y la respuesta de Lockhart ‘No, de hecho me voy a ir ya‘ esta le advierte con seguridad en su respuesta ‘Nadie se va nunca‘ comienza una trama intrigante y misteriosa que te atrapa desde ese mismo momento.

Lockhart intrepretado por Dane DeHaan en La cura del bienestar

Verbinski nos sorprende en la entrada inicial de este film, fríos edificios de oficinas de alto standing, mientras suena una perturbadora nana que nos acompañara durante toda la película, reuniones de altos ejecutivos que toman decisiones corporativas en un ambiente de exigencia, para trasladarnos inmediatamente a través del viaje de Lockhart por idílicos parajes suizos, montañas de gran belleza que rodean el majestuoso edificio que alberga el balneario y sus secretos. Toda esa belleza exterior contrasta con el interior del edificio, interminables pasillos que rezuman antigüedad y terror, recovecos extraños rodeados de agua y niebla, diferentes ambientes en habitaciones con maquinaria antigua. Según avanza la historia nos sugestiona hacia un universo fantasmal y terrorífico que el inquietante Doctor Volmer parece ocultarnos. Una banda sonora excelente aumenta esa sensación de terror y angustia que nos acompañará durante las innumerables visitas que Lockhart hará para descubrir el misterio que esconde ‘La cura del bienestar‘.

Lockhart intrepretado por Dane DeHaan en La cura del bienestar

Las referencias no pasan desapercibidas ni son disimuladas en este film, ‘Shutter Island‘ (Martin Scorsese), ‘La Naranja Mecánica‘ y ‘El resplandor’ (Stanley Kubrick) sirven de inspiración para dar buen ejemplo de ese terror psicológico con tintes sobrenaturales que captara nuestra atención. Lástima que según va avanzando la trama todo se va diluyendo hacia un delirio constante, todo lo que se ha construido durante la primera hora se va destruyendo poco a poco, aunque las imágenes impactan y el universo se va transformando en un Fantasma de la Opera moderno, manteniendo una estética atractiva, su excesivo metraje (156 minutos) y su desarrollo imperfecto no acaban de hacer compacto el resultado final. ‘La cura del bienestar‘ es tan fascinante como imperfecta, es tan turbadora como delirante, pero su mérito es que no podrá dejarte impasible.

Tráiler ‘La cura del bienestar’

Sobre José Manuel Castrillo Márquez

Mi cuna: Hitchcock y Kubrick. Mi adolescencia: Coppola y Scorsese. Mi edad adulta: Fincher y Nolan. Me abdujeron con Expediente X, ingresé en la familia con Los Soprano, investigué con CSI, escuché con The Wire, me perdí con Perdidos y me encontré con Don Draper y Walter White. Un caminante blanco me resucitó, ahora estoy "troneando" en el Juego De Tronos.

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