El pasado 29 de enero Abordar Casa de Películas llevó a algunas salas de nuestro país El Gran Día, la última película de Pascal Plisson (director de Camino a la Escuela) una producción en la que han colaborado Save the Children, Obra Social ‘La Caixa’ y la Fundación Atresmedia entre otros. En esta nueva aventura, el director francés nos traslada a Cuba, India, Uganda y Mongolia para contarnos el gran reto que supone perseguir un sueño.
Si en Camino a la Escuela dábamos la mano a Samuel, Carlitos, Jackson y Zahira ahora es el turno de Albert, Nidhi, Tom y Deegii. Niños y no tan niños que ya no nos muestran sus dificultades para llegar a la escuela y sí sus sueños y anhelos más profundos, desde querer ser campeón de boxeo o contorsionista hasta aprobar complicados exámenes para optar a becas o trabajar en lo que realmente les gusta.
La estructura “cuatro países, cuatro niños, cuatro motivos” puede hacernos pensar que nos encontramos ante una segunda parte de Camino a la Escuela, sin embargo, El Gran Día se encuentra a considerable distancia de su predecesora desde el propio título. Su estilo más ficcionado que documental, las aspiraciones de sus protagonistas relatadas a modo de epopeya griega o un elaborado guión que busca concentrar toda la emoción en sus minutos finales, son algunos de los ejemplos de esa considerable distancia que se produce entre ambos títulos cuya principal similitud reside en la estructura narrativa.
Camino a la Escuela conquistaba con su minimalismo, con esa épica que nacía de lo cotidiano y nos invitaba a valorar la comodidad de nuestra rutina. El Gran Día, por el contrario, se acerca a lo convencional al universalizar su relato, pierde esa frescura inocente y nos genera la sensación de estar ante algo que ya hemos visto otras veces de forma demasiado similar. Plisson conmueve sí, pero todo resulta más forzado y convencional.
Tráiler de El Gran Día
El Gran Día
5'8
PASABLE
El Gran Día pierde la frescura inocente que tan bien manejaba Camino a la Escuela. Conmueve sí, pero nos genera una incómoda sensación de Déjà Vu.