La saturación de los superhéroes en el cine es tema ya manido entre los que escribimos de cine. El hecho de que el comienzo de la fase 1 de MARVEL tuviera uno estreno al año de alguno de sus personajes más míticos nos hacía ilusionarnos como niños pequeños para acudir a la cartelera sin dudarlo. Varios años después, es DC quien inicia su fase 1, tarde y de manera torpe, y la filial de Disney avanza ya en la fase 3 todo a babor, sin rival que le tosa, estrenando varios títulos al año. En 2016, han sido los turnos de ‘Captain America: Civil War‘ y ‘Doctor Strange’.
Así y mientras esperamos a abril del 2017 con la segunda parte de ‘Guardianes de la Galaxia’ y el tercer reboot de Spiderman (¿siguen tan empeñados con Spidey?) y el posible final de Thor, hemos visto cómo ahora los superhéroes llevan una capa y usan la magia, un elemento no visto en el universo cinemático de MARVEL hasta ahora que han sabido introducir con suma destreza y buen hacer.
La historia en viñetas del Dr. Stephen Strange tiene cierta similitud con otro héroe (mundano y tecnológico) de la factoría, ‘Iron Man’. Su desfachatez y arrogancia al comienzo del film, marca patrones de conducta similares y convergentes, que tienden a desaparecer a medida que se desarrolla el nudo.
Pero su absoluto disfrute como cinta de género fantástico, nos postra ante un estreno palomitero sin pretensiones en la justificación más clásica del cine de superhéroes, el de aventuras. La reformulación (o la engañina) de MARVEL con ‘Doctor Strange’ establece un momento necesario para la saturación comiquera-cinéfila. El buen disparo con ‘Ant Man’ y la profusión de thriller con ‘Captain America: Civil War’, continúa ahora y esa senda elegida es, para mi gusto, la adecuada.
Y no solamente queda ahí, ya que sus vertiginosos efectos visuales nos envuelven de manera traicionera durante todo ‘Doctor Strange’, atrapándonos, sin dejarnos salir de esa maravilla pirotécnica que sale de las manos del cirujano. Con un Benedict Cumberbatch totalmente entregado a la causa y con una vis cómica contenida, la cinta nos transporta a un mundo que nos recordará a Matrix por sus oscilaciones espaciales y la interpretación arquitectónica, pero con un contexto donde se nos habla de la redención y la desdicha del personaje principal, que se verá obligado a dejar su pasado egocéntrico atrás. Plantear conceptos como la codicia, elevan la película hasta un mayor y mejor plano, en una apuesta arriesgada de MARVEL bien ejecutada.
Pero, ‘Doctor Strange’ nos dio una píldora más rica de lo que debía, la Anciana. Un personaje mostrado tangencialmente secundario tan interesante o más que el propio protagonista, que nos hace preguntarnos si quizá no hubiera sido necesaria una película anterior explicándonos los orígenes de todo ese argumentario. Al fin y al cabo, va a ser esencial en el destino de la Tierra y de Thanos. Pero, aún, queda mucho que ver para la batalla final con más superhéroes de la historia.
Y sí, la capa también me gustó, pero no es un personaje en sí mismo de ‘Doctor Strange’.
Tráiler de ‘Doctor Strange’
Ficha técnica de ‘Doctor Strange’
Título: ‘Doctor Strange’
Título español: ‘Doctor extraño’
Director: Scott Derrickson
Intérpretes: Benedict Cumberbatch, Chiwetel Ejiofor, Rachel McAdams
Guionista: Jon Spaihts, Scott Derrickson
Año: 2016
Crítica de 'Doctor Strange'
NOTABLE - 7
7
'Doctor Strange' parte del clásico de la redención humana para ser el salvador, pero su recorrido es plenamente satisfactorio.