El cine en muchas ocasiones sirve de ventana para que el espectador vislumbre realidades que hasta ahora resultaban desconocidas para él, ventanas que a su vez pueden mostrar paisajes muy reconocibles para otros muchos. Esto es precisamente lo que consigue la catalana Elena Martín con su primera película.
En ‘Júlia ist’ el público es invitado de excepción en el viaje que realiza la protagonista de Barcelona a Berlín para realizar una estancia Erasmus. Y es que Júlia, interpretada por la propia directora, comienza a exteriorizar una evolución interior que le llevará a tener que enfrentarse a su propia realidad. Las luces de una ciudad desconocida comienzan a entremezclarse con las sombras de tener que vivir alejada de todo. Cerca y lejos a la vez, la única evasión de soledad parece residir en la pantalla del ordenador y el sonido del teléfono móvil.
Pero con el tiempo, Júlia va encontrando su hueco en una nueva realidad. Ahora partes de su presente quieren formar parte del pasado y el futuro parece aproximarse a mil años luz por segundo. Las ganas de vivir nuevas experiencias hacen olvidar el trago amargo de aquellas despedidas que todavía seguían haciendo mella en un corazón con ganas de aventuras.
Con pequeños sorbos de realidad, Elena Martín va evadiendo a Júlia del mal trago del desconcierto. Ahora, esta estudiante de arquitectura tiene nuevos objetivos por cumplir, nuevas mentes que descubrir y diferentes rincones para reflexionar. El filme avanza con paso presto, mostrando al espectador los rincones más sinuosos de cualquier experiencia Erasmus, de cualquier joven en el extranjero. Sus éxitos y sus fracasos. Sus miedos y sus inquietudes.
Si algo queda claro es que ‘Júlia ist’ es un largometraje tan natural como interesante a ojos del espectador. Una película hecha desde la humildad pero que cuenta con una realización satisfactoria.
Entrevista con el equipo de ‘Júlia ist’