Sinopsis
En Bad Moms se relata el giro vital de Amy. Como la mayoría de las madres modernas, cuida de todos menos de ella misma. Su vida es perfecta: un matrimonio feliz, hijos de sobresaliente, una casa preciosa y un pelo perfecto los 365 días del año. Pero todo esto es solo apariencia y Amy está a punto de estallar: sobrecargada de trabajo y de compromisos y demasiado cansada para aguantar una sola petición más, arrastra a otras dos madres superadas a un atracón de locura, libertad, y diversión. Pero se cruzan con la líder de la asociación de padres y madres, una devota del ideal de ‘madre perfecta’. (FA)
Crítica
Al igual que la pereza, el estereotipo es un mal endémico a niveles planetarios. Sin embargo, quién -aquellos que puedan recordar cada etapa de su vida con más o menos nitidez- se atrevería a negar que alguna vez no ha soñado con Hollywood y su grandiosa fábrica de familias encorsetadas: hijos excelentes, casa de revista, trabajo sobradamente cualificado para relativizar sobre la situación del país y, por supuesto, un alto convencimiento y conocimiento sobre los deberes y obligaciones. Aptitudes que, conviene remarcar, se solapan con esa única pretensión capaz de anular todas las anteriores: el deseo de libertad. Bad Moms, liderada por los directores Jon Lucas y Scott Moore, se posiciona inequívocamente del lado de esos inconformistas que se han visto arrastrados por sus objetos más conservadores y, contra todo pronóstico, buscan redimirse consigo mismos.
Un cóctel molotov que tiene a la mujer de mediana edad como target definitivo. No obstante, los trazos de Lucas y Moore son sumamente desconsiderados con el género femenino. Tanto que supeditan sus ansias de amnesia y ocio a la ingesta de alcohol y drogas y al arte del hurto. Ambos deciden tirar de un nudo que, en lugar de deshacerse, se comprime con tanta incongruencia que casi llega al clímax de su resistencia: el desequilibrio de género, la comparación entre la siempre presunta dejadez de unos y la siempre realista responsabilidad de otras. No resulta difícil encontrar el antagonismo con los personajes de Mila Kunis, Kristen Bell y Kathryn Hahn en una nueva oleada de jóvenes que tengan a la familia perfecta norteamericana como referente en cada decisión. Y no como la broma burda y hartamente repetitiva que los directores se empeñan en mostrar, sino como una suerte de giro vital con el que pertenecer a la élite del A.M.P.A escolar.
Bad Moms juega a ser el aforismo de la nueva comedia norteamericana -sus padres son los mismos que escribieron la brillante Hangover (Todd Phillips, 2009) y desbarraron con 21 & Over (2013)- abandonando cualquier frase y/o acción políticamente correcta con la determinación de quien está harto de los prejuicios y las ideas preconcebidas. Un ensayo-error cuyo mayor problema reside en su preocupación por ser frívola con los arquetipos, en haber desandado sus pasos para regresar a la actitud conservadora de la que escapa inicialmente. Ni es divertida ni guarda la más mínima gracia, por lo que seguramente esta película sea el retrato más simplista de lo que hoy en día necesita una mujer (y también un hombre) para sentirse satisfecha con su vida: nada de tapaderas, nada de máscaras ni de capas descoloridas; seamos, simplemente, seres humanos.
Tráiler de Bad Moms
Review de 'Bad Moms'
PASABLE - 5.5
5.5
Bad Moms juega a ser el aforismo de la nueva comedia norteamericana.