El buen cine es aquel que hace sentir emociones al espectador. Aquel que nos hace olvidarnos de que lo plasmado en la gran pantalla son imágenes recogidas por una cámara. Cuando todos los elementos de una película se funden en un todo, nuestros sentimientos se trasladan de la butaca al lugar en el que transcurre la acción. Es ‘Solo’ del director Hugo Stuven, un buen ejemplo de este viaje de sensaciones.
El filme presentado en la sección Málaga Premiere del 21 Festival de Málaga nos lleva hasta la isla de Fuerteventura. Allí un plano aéreo inicial ya nos muestra el potencial que ofrece este entorno canario para atraparnos en la historia. Desde los primeros compases del metraje se marca una intensidad que va creciendo de manera sutil hasta hacernos empatizar con el personaje interpretado por Alain Hernández.
Esta fue la historia de Álvaro Vizcaíno, el surfero que sobrevivió tras días desaparecido en el mar. Ahora, Stuven ha dado forma narrativa a este suceso de una manera visualmente poderosa. La simbiosis entre Alain y Aura Garrido únicamente es rota por el devenir de una trama que mejora con el paso de los minutos. Ella es la luz que él necesita y las miradas y gestos entre ambos no necesitan palabras. ‘Solo’ es un largometraje que hace pensar y reflexionar al espectador sobre lo que está pasando.

Alain muta en Álvaro para olvidarnos de que lo que vemos es ficción. ‘Solo’ consigue naturalidad en todos sus elementos, desde la fotografía de Ángel Iguacel hasta la música de Sergio Jiménez. Porque conforme el agua y la banda sonora cubren el guion técnico de la película, ésta adquiere un carácter poético que atrapa y sumerge. Rodar la historia desde dentro era vital para conseguir realismo y Stuven ha convertido el riesgo de lidiar con la naturaleza en un resultado que de tan orgánico nos mantiene en vilo.
48 horas de oleaje y miradas color turquesa en los que el protagonista nos hará casi querer mover los brazos para buscar la orilla. ‘Solo’ es el poder de la naturaleza en estado puro. ‘Solo’ es la fuerza de un corazón que necesita emerger de su propio encierro.
Una prueba de que nuestro cine tiene que impulsarse más fuerte que nunca para sacar a flote proyectos que se encuentran con el mar en contra.
Entrevista con Hugo Stuven, director de ‘Solo’