En la 21º edición del Festival de Málaga de Cine en Español brilla por su diversidad de contenidos. Hemos podido contar con la presencia de la animación dentro de la Sección Oficial del certamen y también con terror psicológico, género de ‘No dormirás’, una coproducción española, uruguaya y argentina que dirige Gustavo Hernández.
La cinta nos lleva junto a un grupo de teatro vanguardista que experimenta su nueva obra a través de un método muy peculiar, la privación del sueño. Los actores llevan a cabo sus ensayos en un hospital psiquiátrico abandonado donde ensayan su obra, la cual tuvo lugar allí veinte años atrás. Tras varios días sin dormir, los actores traspasan un umbral de percepción donde tendrán que enfrentarse a las oscuras energías que residen en aquel lugar.
‘No dormirás’ surge del insomnio del propio director en el rodaje de un videoclip, tal y como explicaba el productor Ignacio Cucovich. El largometraje cuenta con un reparto de categoría encabezado por Eva de Dominici, Belén Rueda y Germán Palacios.
Crítica de ‘No dormirás’ de Gustavo Hernández
Teniendo en cuenta que es un género que no se suele ver en este tipo de festivales, ‘No dormirás’ es una apuesta arriesgada. Me considero amante del cine de terror y admito, muy a mi pesar, que es muy difícil crear un buen filme que atrape, aterrorice y te de qué pensar. Por desgracia, la cinta de Gustavo Hernández presenta una idea realmente interesante que no llega a lucirse debido a un guión demasiado enrevesado y carente de originalidad. Por otra parte, cabe destacar, muy a su favor, la excelente interpretación que hacen los actores, la genial escenografía y una fantástica fotografía que nos llevan de viaje hacia un lugar tétrico y terrorífico, logrando incomodar al espectador en su asiento. La cinta de Hernández no ha logrado mantener la tensión propia de una película de estas características por esto mismo no ha conseguido evitar las cabezadas de sueño de muchos de los asistentes.
Las historias que contaron parte del equipo en la rueda de prensa, sobre la localización y las anécdotas que allí vivieron, suscitaron más interés y provocaron más terror que la película en sí.